me observo fijamente el rostro, mi mirar y su mirar se unieron en un incomodo momento, observe detalladamente su rostro mas no encontré bondad en sus ojos, esa fue la primera advertencia, esas pupilas negras me decían corre mientras que el tinte mágico de su iris me decía confía como cual serpiente seduciendo su presa, cómo desconfiar de un ser tan amable, tan respetuoso y afable. Con la voz más angelical acarició mi oído vibrante, su humildad me llamó la atención mientras esbozaba planes de mejoramiento laboral y social, con sus brazos nobles toco mis hombros en señal de respeto y se alejó triunfante, paso a paso escurría bondad, perfumado todo a su paso con hedores putrefactos, su horrendo rostro me dejó perplejo, qué aberrante criatura es ésta, no es creación divina más lucifer no puede crear, tal vez sea alguno de su séquito pensé en ese instante al ver su cuerpo burdo mientras se alejaba aún más despojándose de sus humildes vestimentas hasta terminar convertido en maldad pura, con ropajes lujosos adornados con cristales. Este extraño ser me dijeron es uno más de los políticos y lo que acabo de ver es la metamorfosis que sufren cada cuatro años cuando bajan de su nido envueltos en bondad y humildad para engatusar al pueblo que cae rendido ante los pies de estas arpías, pueblo que es incapaz de diferenciar la humildad verdadera de la seuda humildad ya que esta emana desde nuestro interior y se refleja con gran fuerza en las profundidades de la pupila.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS