Autoretrato con audio

Veo casas con escamas de colores bajo un cielo de plomo. Veo escaleras automáticas que me empujan a otros mundos donde descubro quién soy, y después me escupen a la rutina de lo cómodo y escucho voces lejanas que gritan: ¡¡¡confórmate!!! y me tapo los oídos pero salen de adentro. No quiero llegar a ningún sitio quiero desdoblarme. Me odio y me encanto a partes iguales. Siempre quise hacer un montón de cosas, no tengo límite. Muchas veces estoy solo y algunas duelen. Prefiero que me destapen a destaparme. A los dieciocho años empece a sentir que no sería joven para siempre y eso puso mi mundo del revés. Quiero viajar y empaparme hasta los tuétanos y crecer, crecer por dentro. A veces la mochila pesa demasiado pero en este instante no la siento. VIVIR/IMAGINAR/VIVIR/IMAGINAR/MORIR/VIVIR/IMAGINAR/VIVIR/IMAGINAR. Odio los dedos de mis manos y los dedos de mis pies. No tengo raíces. No tengo dios. Una vez aprendí a atarme los cordones. A veces me meto en el cesto de la ropa sucia y me siento a salvo. Aspiro fuerte el aroma del café. Me entristece la decadencia. Quiero pasar páginas tras ventanales de madera pintados de blanco sobre fondo azul, y que llueva afuera y al momento un sol cegador. Me gusta que la madera se queje cuando la piso y que esté tostadita. Un techo si no es alto no es mágico. Hablo mas conmigo que con los demás. No soporto pensar que jamás sabré como suena mi voz. Me encantan los chalecos y los sombreros pero nunca me enfundé uno.