Breve nota de amor y locura

Breve nota de amor y locura


Narrare en esta breve nota la más dulce historia de amor, amor no carnal más si amor pasional, los sentimientos se vuelven inefables al recordar la esencia, la esencia del fútbol en la mirada de María del rosario, el cómo aflora la energía al recordar su querido club colo colo, el dolor que demuestra su anciano rostro al ver tanto destrozo, eso es lo que aun no comprendo, se aflige su cansada alma al ver maldad en cada partido, maldad en cada hombre, ¿dónde quedó el fútbol de antaño? me pregunto, ese simple acto que llenaba la vida de gozo y aliviaba por breve instante los problemas del pueblo. Colo colo ¿la esencia sigue viva en tu pueblo?, colo colo ¿sigue vive tu esencia?.

Década tras década mi abuela fue testigo del crecer de un club que se forjó del fango, de la pobreza, del pueblo, del barrio, con emoción latente cuenta con vigor esos relatos, de una maltrecha y roída radio, ella, sentada frente a su viejo en silencio, las palabras sobran cuando el locutor gritó el invencible está en la cancha, los gladiadores listos para la batalla emergen como guerreros a la cancha, que velos, que elegante el partido que se relataba con labia que brotaba de los labios del locutor más audaz, ella aún recuerda la primera vez que vio a colo colo por la televisión, que partido más lento, que partido tan aburrido, la magia de la radio se había perdido, la vibración flotaba por los aires, como canto de sirena, estrellándose con fuerza, en el oído de la doncella, minuto a minuto, partido a partido, los dos reunidos en torno al silencio, al emocionante relato del blanco y negro y a la satisfacción de ganar de nuevo, veedores en silencio, escondidos entre las sombras de un radio viejo, empujando a la gloria este barco que navega.

Aquel que no comprenda el sentimiento del fútbol, tal vez no comprenda mi relato pero al mirar nuevamente los ojos de la anciana, que son puerta hacia su alma, quedó obnubilado, tal pasión me aturde, al pregunto por el club de sus amores, con vigor e inconsciente dicen ¡colo colo!, el por qué, lo atesora en sí misma y con el yelmo de sus años lo cubre, más el secreto escurre en cada poro, colo colo es chile y los chilenos son de colo colo, toda la vida me lo ha repetido, partido a partido. No sé por qué sigo a colo colo y sinceramente nunca me lo he cuestionado, desde que puedo recordar a este club yo he amado, mi abuela lo ha amado, mi madre, mis hermanos, como cuestionar entonces un sentimiento cuando es intrínseco a tu esencia, a tu vida, a tu alma. Desde muy pequeño enrede mi destino con colo colo, nunca intente desatarla, al día de hoy sigue unida más firme, más enredada, sigue siendo parte de mi alma. Que egoísta hablar de un sentimiento como propio cuando muchos sienten esto enredándose en su interior, este lazo se enreda y forma redes, no de las que atrapan goles, sino de las que atrapan seres.

La locura de amar es arte, por eso por ti colo colo soy un artista, quiero que seas mi materia prima por toda la vida, te amare en los momentos de alegría y te alentaré en las caídas, como Poseidón ayudando a los viajeros, el pueblo soplaremos las velas hasta tocar buen puerto.

Muchas veces me dijeron, ¿cómo amar un balón de cuero?, ¿cómo amar una camiseta blanca y negra?, el ¿por qué pierdes la cabeza en 90 minutos?, yo ahora a ustedes les pregunto ¿por qué no hacerlo?, ¿porque no desbordar mi alma con gozo viendo a albo?, en el abismo de la vida los seres caen a grietas impensadas, muchos buscan la redención a través de un figura crucificada, otros llenos de dudas aman la naturaleza, la flora la fauna, las aves nocturnas, otros asertivos caminan sin rumbo aparente hasta llegar a su morada, la imagen del gran cacique Arauco llena de esperanza a las almas que deambula sin rumbo y guía en el camino para los hombres desde lo alto.

Aquel que no comprenda el sentimiento del fútbol, tal vez no comprenda mi relato, tal vez no comprenda mi forma de vida, tal vez no comprenda mi vida, que fácil ver mi vida desde otros zapatos, que fácil sería el ser avaro de sentimientos, pero me volví altruista, te entregue todos mis sentimientos, francamente es lo único que tengo, muchos se preguntarán ¿cómo entregar tanto y recibir nada?, la nada es todo si lo logro alentarte, si logro ver tus gradas, si logro ver tus banderas ondeando al viento, la ilusión de un niño y la pasión de un viejo, hombres con traje y hombres roñosos, una mezcolanza que no existe de forma natural, que nos han forzado a creer que no existe pero está, semana a semana, en la ruca se quiebran los esquemas sociales, como se quebraban totoras ancestrales para formar viviendas, hoy vivo con esto y observó, veedor en silencio, tal vez nunca me te percataste de mi presencia pero estoy ahí, escuchando por la radio, viendo por televisión, alentando en el tablón, soy parte de la grandeza del club, soy parte de los triunfos y las derrotas, fui participe de la reunión de Arellano y contreras, estuve ahí contra Valladolid, vi goles de caszely, grite la libertadores, sufrí con las crisis por ambición del hombre y me llene de magia con el mago, siempre he estado, es que no te das cuenta, soy una persona y a vez millones, soy la hinchada, soy el pueblo, soy el barro en donde te moldearon colo colo, del fango más espeso se formaron y como un titán te erguiste paso a paso, estos pasos dejan marca sobre el suelo, esas huellas estarán para siempre marcadas, por eso es que el pueblo te sigue, las huellas jamás serán borradas, enarbólese tu bandera siempre en lo más alto, como escudo de guerra del cacique araucano.

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