Cuando mi cadencia se enreda en mi lengua,
no deja que pase la música nueva,
que envuelven oídos y mutan la esencia.
.
Ya no me revelo, yo dejo que entre,
ese andar taimado de nuevas propuestas,
de ese son sublime que toca a mi puerta.
.
No tienen acento los muchos sollozos,
ni el brocal sin fondo, ni la risa clara,
ni la más discreta lágrima encerrada.
.
El trotar del viento tiene un solo aliento,
el sonar del agua con sus estribillos,
todos los oídos ya lo han comprendido.
.
Y tu voz cantora de las bellas notas,
fueron secuestradas por mis esperanzas,
que esperan que llegues de las lontananzas.
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