La vida es como un juego, donde uno busca ganar siempre, mi nombre es Sefora, un nombre fuerte, en una ocasión escuche decir a mi abuela que el nombre en una persona determinaba su carácter, creo que es real, mis nombres son fuerte, como yo, quise escribir hace mucho, mi trabajo y el tiempo no me lo permitían.
Soy una mujer de 32 años con una familia constituida un esposo grandioso y dos hijos muy peculiares e inigualables, tengo un trabajo absorbente y la función de ser madre y esposa no siempre están en sinfonía, trato de hacerlo bien. He vivido siempre entre historias, cuentos leyendas, mi abuela fue profesora de comunicación, mi madre también lo es, he crecido entre esas historias, las que más recuerdo son las mi tío Robinson, el hermano de mi papá, él tenía la peculiaridad de contarte una historia semanal las hacia tan extensas que cada noche te narraba un extracto, fue una gran infancia una vida plena diría yo, mi mamá es una mujer fuerte amante de su trabajo, luchadora y madre por excelencia, mi papa es con el que muchas niñas sueñan, el papa noble el que a todo le dice que sí, el amoroso, papa en la máxima extensión de la palabra, tengo cuatro hermanos de distintos caracteres, tengo una gran familia. Mi esposo es el esposo deseado por muchas pero el ideal solo para mí, es el mejor, con todos sus defectos y virtudes, mis hijos tienen 11 años y 6 Leonardo y Valentina, los niños de mis ojos, ese es un extracto de mi vida, con cada historia tratare de contarles algo más de mi .

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