Vida Negra, Gris y Blanca

Vida Negra, Gris y Blanca

Aldana Ortiz

07/07/2017

A veces me pregunto cómo puede ser la vida tan cruel y magnifica a la vez. Un día estas feliz creyendo y sintiendo que se tiene todo, pero cuando menos cuentas te das las cosas desaparecen, esas sonrisas que antes veías, esos chistes malos o buenos que escuchabas a diario, esas voces que alegraban e iluminaban tu día. Esos paseos en los que sentías tu alma completa y lo único que pensabas en ese momento era una sola cosa y eso era un rezo a dios en el que pedias que nada de eso acabara, que esas personas siguieran alegrando tu vida, que nunca te dejaran solo y como si fuera poco le pedias la eternidad para ellos. Todo sigue igual, risas, cariños, malos entendidos, gritos, castigos, peleas y todo terminaba en algo, en el perdón y la reconciliación con aquellas personas con las cuales no se puede estar peleados por mucho tiempo pues de lo contrario tu alma, tu luz y tu vida se van apagando sintiendo nada más que ganas de querer desaparecer por el dolor y el vacío que hay en tu cuerpo y en el alma. Son cosas que tal vez sean comunes en la vida, pero sin embargo no pierden la importancia que se merecen pues, ¿que sería la vida sin amor y dolor? La respuesta más acertada sería un nada, todo se reduciría a seguir una vida metodológica, una vida vacía y sin sentido. Sin nada por lo que luchar.

Pero todo eso cambia cuando ellas se van, desaparecen en cuerpo no quedando más que los recuerdos en nosotros. La vida se vuelve momentáneamente negra, oscura, tanto que se ve como si fuese un poso sin fin. Te sientes hundir en él y que nadie es capaz de encontrarte y sacarte de allí, pero lo peor es que ni tú mismo quieres salir.

Sientes el querer irte junto con esas personas o simplemente desaparecer para no sentir ese vacío que te destroza de a poco y que nadie nota. Piensas en aquellos momentos lindos y te das cuentas que esos momentos felices suelen ser los más tristes de recordar. Te es inevitable llorar y sentir enojo y odio hacia la vida por ser tan cruel, por quitarte lo que más querías, lo que tanto pedias que no se fuera.

Sigues llorando hasta que las lágrimas se agotan, tus ojos se encuentran hinchados y sientes un huego en el estómago y el pecho. Sigues llorando día tras día sintiendo que ya nada tiene sentido, tratan de animarte, pero ni siquiera se dan cuenta que nada es fácil, quieren intentar sentir el dolor que sientes, pero la realidad es que ninguno de sus sentimientos se asemejan a los tuyos. Lloras y sufres por la impotencia de no ser dios y manejar las cosas a tu antojo, llegas a repudiar todo en la vida, sientes odio y rencor producto del dolor. Necesitas gritar y sacar todo lo que tienes guardado, pero todo te lo impide, tienes que ser fuerte y seguir sin más que decir. Al día siguiente te levantas, vives si así le quieren llamar, pero al caer la noche sientes nuevamente ese peso sobre tus hombros que no te deja continuar. Te duermes llorando para luego despertarte y que ocurra lo mismo. Al transcurrir los días, semanas o quizás meses la vida comienza a volverse gris, no es lo mejor que te puede suceder, pero de pasar de negro a gris siente que por lo menos hay una pequeña esperanza que te hará luchar. Tu vida seguirá, serás feliz por momentos si y por otros no. Aprenderás a vivir con eso, con los recuerdos pero sin embargo notaras que hay muchas cosas que te recuerdan a esas personas, cada plaza, cada habitación, cada calle transitada, cada risa, cada estación, cada flor, cada canción, cada que veas algo que te los recuerden tu corazón se achicharrara sintiendo una gran opresión y ganas de llorar y que todo acabe por un momento, luego te das cuenta que tendrás que aprender a vivir con ello, que ese dolor jamás lo superaras, que siempre lloraras al ver su imagen en las fotos que guardas, en las canciones dedicadas. Te das cuenta que ese sufrimiento será eterno, así como tu cielo será gris de por vida aunque allá un sol que ilumine a la mitad del mundo sentirás que a ti no te alcanza ni siquiera un rayito de sol. Y es ahí donde realmente te das cuenta que tu vida nunca más volverá a su blanco original, y te acostumbraras a vivir en el gris que la vida te dio.

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