Déjame Quererte – Capítulo 3

Déjame Quererte – Capítulo 3

Aldana Ortiz

01/07/2017

– Despierta- sentía que me movían de un lado para el otro, pero suavemente- Sarah tienes que levantarte- Abrí de a poco los ojos hasta que pode ver que quien me hablaba era Valery.

– Que sueño tengo- dije alargando la última palabra mientras me refregaba los ojos.

– Se nota- reía mientras se iba al closet- debes levantarte hay que ir a clases

– ¿Dormimos tanto? – abrí mucho los ojos sorprendida por la cantidad de horas que dormí, prácticamente un día entero. Me parece que empecé a invernar antes.

– Si. toma ponte esto, yo me pondré esto- me entrego unos jeans negros y una blusa blanca holgada y para ella también, pero azul y una blusa un poco pegada al cuerpo con mangas cortas. Siempre que se quedaba no había problema porque tomaba mi ropa y yo igual con ella.

– ¿Oye y tus cosas? ¿Cómo harás? – hable mientras me terminaba de cambiar, no teníamos vergüenza para cambiarnos delante de nosotras.

– ¿Bromeas? ¿Crees que iba a dejarte sola? Ayer apenas salimos del instituto me vine para acá junto con mis cosas- dio levantando sus cejas.

(…)

– Por favor que no venga hacia acá- gire los ojos mientras veía como Luke se venía acercando, pero esta vez como una persona normal

– Parece imposible librarte de este chico- rió mi amiga a mi lado

– ¿Oye Sarah podemos hablar un segundo? – miraba mis ojos mientras tomaba suavemente mi brazo, le di una mirada a val de que luego la alcanzaba y se fue.

– ¿Pasa algo Luke? – abrace mi cuaderno esperando a que hablara

– Yo solo quería saber si estabas bien…

– ¿Por supuesto, porque habría de estar mal? – inquirí levantando mis cejas

– Bueno, como ayer tú te fuiste antes y…

– ¿Y? …

– Bueno, es que supuse que te pasaba algo y hoy cuando llegue lo vi y bueno, si unimos las cosas todo tendría más sentido y no quiero verte mal, sé que todo fue muy duro para ti y solo quiero asegurarme de que estabas bien…

Termino de hablar, pero no escucha nada más de lo que dijo. Apenas lo menciono volví a recordar él porque estaba mal, él está aquí.

– Sarah, Sarah-siento como me mueve despacio. Lo miro y no soy capaz de articular alguna palabra – ¿estás bien?

– Eh… si…-mire hacia abajo, no podía verme mal. – yo… tengo que irme- salí corriendo de ahí y fui al patio. Me senté en el césped apoyándome en el árbol. No podía entrar y verlo, no de nuevo. Sentí que alguien se sentó a mi lado, pero no me digne en ver quien era.

– ¿Sabes? Yo también perdí a alguien…- levante mi mirada hacia Luke- y puedo comprender lo que sientes o por lo menos algo similar…- me miro y me sonrió- pero no puedes dejar que eso sea más fuerte que tú, no puedes dejar que los recuerdos sean más fuertes que tú. Los recuerdos son solo eso, sean buenos o malos. Los recuerdos no tienen vida, pero tú sí. Así que tienes que ser más fuertes que ellos, aunque cueste. – me brinda una linda pero triste sonrisa.

– ¿Y cómo haces si una parte de esos recuerdos sigue en vida? – pregunte bajando la cabeza

– Tienes que afrontarlo. Ayer te fuiste porque lo viste, por lo menos esa es mi conclusión. Hoy estas acá perdiéndote la primera clase por la misma razón. ¿Piensas que huyendo vas a superar las cosas? – me quedo en silencio, sé que tiene razón, pero simplemente duele. – ven, vamos a tomar algo- me tendió la mano y la acepte con gusto.

– Nunca creí que hablaría de eso contigo, no suelo hacerlo con nadie- dije tomando de mi jugo en la cafetería. El rió.

– Lo sé, la gente suele pensar que soy estúpido y solo porque siempre llevo una sonrisa- su mirada irradiaba tristeza y eso me hacía sentir triste a mí. – no es lo que tu pensabas acaso?

– En realidad, no, nunca pensé que fueras tonto, solo un poco cargoso…- le mostré la mejor sonrisa que podía darle en el momento.

– Eso es bueno- reímos juntos, nunca pensé que podría llegar a ser agradable. – escucha, la cafetería va a empezar a llenarse de gente así que quiero que estés tranquila sí? ¿O prefieres que vamos al patio hasta que tengamos la segunda clase? – lo pensé por un segundo, irme sería lo mejor pero no podía huir de él siempre.

– Mejor nos quedemos, pero no te separes de mi por favor- puse carita de perro y el solo sonrió mientras asentía.

Tomamos nuestras bandejas que solo tenían un par de tostadas y el jugo. Fuimos a la mesa de siempre. Vimos como empezaba a llenarse como dijo Luke.

– ¿Gracias por todo y podrías no decir nada por favor? – el solo asintió

– No te gires – dijo mirando hacia atrás y haciendo todo lo contrario giro. Sigo el camino de la mirada de Luke y siento como mi pecho empieza a comprimirse. Nuestras miradas se conectan y solo eso basto para que todo el valor que había tomado se fuera por un tubo. Sus ojos seguían siendo hermosos como hace un año atrás. Lucia tan malditamente sexy, llevaba puesto unos jeans negros, una camiseta manga corta blanca que resaltaba su cuerpo y unas vans blancas. Todos mis pensamientos son apagados cuando veo una figura a su lado…

– ¡NO! – grito ni muy fuerte ni muy despacio-sacudo mi cabeza y vuelvo a mirar y el ya no está ahí…

– ¿Qué paso Sarah? ¿Estás bien? – pregunta Luke acercándose rápido a mi lugar. No podía hablar solo quería irme de ahí.

– Yo… yo lo vi…- dije en un susurro más para mí, pero creo que logro oírme, sentí como mis ojos estaban al borde de las lágrimas y no podía dejar que nadie me viera así. salí corriendo sin mirar a nadie.

(…)

Estaba en mi casa, en mi cama como ayer. No quiero que esto se haga una monotonía, pero simplemente no puedo sentirme bien si está cerca mío. Deje una nota en la mesa para mi madre que llegaría antes de que los chicos salieran del instituto, no quería ver a nadie. Tomé una chaqueta, dinero y me fui.

¿Cómo puede cambiar las cosas en tan solo unos segundos? Hace 1 año yo era la persona más feliz que podía haber, tenía una familia que siempre se apoyaba en todo, una mamá y un papa que querían a sus hijos y ahora solo existen una mujer que se dedica exclusivamente al trabajo, un padre que vive de viajes y cuando «se puede» según el viene unos días a casa y una hija que se la pasa mostrando risas pero que por dentro muere de a poco.

¿Qué paso con el hijo se preguntarán? Bueno pues el… murió. Y con eso se arruino todo, él y yo éramos inseparables y ahora no está…

– ¿Crees que bebiendo se te va a olvidar todo? – hablaron a mis espaldas y no puedo creer esto. No el, por favor no…

– Q…. que haces aquí? – no giro, no quiero mirarlo de nuevo para ver a Ethan nuevamente.

– Eso no importa ahora- espeto muy sereno- mírate, no te reconozco… tú no eres así, no te dejes consumir por favor…- toco mi hombro y no pude reaccionar había añorado tanto que estuviera conmigo, pero a la vez tampoco podía permitirle que se me acercara. Cuando reaccione me levante lo más rápido que pude del césped y me tambalee, creo que ya estaba un poco mareada. El rápido me tomo por la cintura para que no cayera y quedamos muy próximos el uno del otro.

– Ethan yo…- su cercanía me ponía aun nerviosa, claro ahora me acuerdo que aún no lo supero- yo no puedo…-dije llorando y tirándome a sus brazos.

– Shh, tranquila pequeña, todo estará bien. Te lo prometo. – su voz salió con tanta seguridad que por un momento creí que sería verdad. – no debiste beber tanto-sobaba mi espalda y eso me tranquilizaba un poco- vamos a superarlo juntos… solo por favor no me alejes, no tienes idea la falta que me hiciste Sarah- estuvimos un buen rato en la misma posición hasta que el me separo lentamente de él y volví a sentir ese frió de siempre.

– Vamos, está refrescando- nos dirigimos a su auto. – quiere que vamos por un un café? Te ayudara a componerte – tomo mi mano mientras la acariciaba

– ¿Alcohol? – reí sin humor

– No, eso no-acaricio mi mejilla- sigues siendo hermosa…

– Ethan llévame a casa por favor, es mucho por el día de hoy…

El asintió y fue a dejarme. Me despedí con la mano y entre a casa.

– ¿Dónde demonios te metiste? – grito val al entrar a casa, pero al levantar mi cabeza su ira desapareció de inmediato y corrió a abrazarme- perdón, me tenías preocupada

– Está bien, solo quiero dormir- ella se separó y me miro sin saber que decir

– ¿Quieres que me quede a dormir contigo?

– No, quiero estar sola val- ella asintió, subimos a mi habitación saco sus cosas y dijo que mañana pasaría por mí para ir al instituto.

(…)

– Bueno y eso es todo lo que paso- termine de contarle a val lo que sucedió en estos días.

– Que días intensos- la cara que lleva ahora es la de – estoy analizando las cosas- como siempre que necesita pensar un poco- creo que es hora de enfrentar las cosas Sarah no puedes estar huyendo siempre y hay algo mal- me mira seriamente- todavía lo quieres.

Y esas tres palabras hacen que sienta una opresión en el pecho como cuando lo veo. ¿Si lo quiero? ¿Cómo podría siquiera olvidarlo?

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