¡Ganaste! Sólo ganaste, te volví a llamar,

Tal vez porque no he sanado del todo,

Aunque ya no es pasión lo que siento por ti.

No sé, pero está bien, ya mi ser no te extraña,

mi cuerpo ya no se eriza con tu presencia,

no siento nada, sólo es amistad la que quiero contigo,

para demostrarme a mí misma que gané, ¡qué soy fuerte!

¡qué puedo vencer cualquier obstáculo por muy fuerte que sea!

Así es… por eso hoy te volví a llamar y fuiste muy amable conmigo,

tal vez eso es lo que debe haber entre tu y yo.

Enterarme que no eres mi energía completa,

Que sin ti… yo también sé ganar.

Que soy yo quien tengo mi propia voluntad,

que nada es verdad, que sin ti yo soy la misma,

que si puedo vencer y triunfar en mi mundo,

que no te necesito para nada.

Que soy yo quien me doy el sabor para ser feliz o infeliz

y decido ser inmensamente feliz,

rompiendo todo obstáculo que se interponga en mi camino,

lo siento mi ex gran pasión y amor mío,

pero es así como me decidí contigo:

¡o soy feliz o me deprimo! Sin ti… ¡soy yo la misma!

Ahora soy quien mando en mis sentimientos,

soy libre para vivir en este mundo lleno de maro y tranquilidad,

sé que otros ojos te mirarán y de ti se enamorarán,

pero no me preocupo más; se feliz como yo.

Porque aquí todo terminó, tan sólo eres mi amigo.

Ayer te conocí, ahora sólo eres una hoja más en el libro

de mi vida privada, vivirás ahí en una página pasada,

cerrada y cancelada por mi corazón.

Mis ojos mirarán otra oportunidad y mi corazón la aceptará

porque ahora ya aprendió la lección o es mi pasión

o mis amistades, nada más sabré escoger, ya veras.

Pero tú… pasión mía, ¡no te vayas a perder por favor!

porque en nombre de esa gran pasión que existió entre tú y yo,

te pido que te cuides y veas por donde vas,

porque creo que me voy a contradecir,

pero en el fondo de mi ser… ¡hay algo más para ti!

Mi comunicación poética con Dios.

Libro: Mi Comunicación con Dios Mil Verdades pero Solo Una

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