Tú, fiereza hecha carne

Centro de las luces del cielo

Centro de mi alma, centro de todo lo divino.

Tú, ser nacido del albur

Deja el arma sobre la cama

Deja tus ojos mirando hacia adelante

Deja de huir del pasado que te sigue

Deja de huir de mis ansias, húmedas.

Confía en mis palabras, cree en mis suspiros

Que nada de lo que has conocido antes conocerás mañana

Mira mi mirada absorta, mirada profunda al verte

Mira mi sentimiento al alejarme de tu cuerpo

Al alejarme de tu alma, de tu suave esencia, a veces poderosa.

¿Lo ves? Es un sentimiento

Sentimiento angustioso de verte y no tenerte

Mira dentro de mí, hacia aquel fuego, esa vesania, esta esperanza

Este sonido que huele a silencio, a silencio de años de sequía

Años de besos sin amor, años de días sin fulgor.

Y es tu mente un inmenso mar

Dantesco, en donde me pierdo en ocasiones

Mar lleno de reparos que como olas, me tumban

Y debes saberlo, cada relámpago, cada haz de luz, es el símbolo de otro sentimiento

Y aquel rayo de luz se quebranta en tu mar como un zumbido de mi locura

Y créeme, que hablo con verdad

Y confía en mis estruendos, en mis palabras, en mi aliento

Confía en mi embriaguez al verte

Y en mi melancolía por no tenerte

Confía en mi mirada absorta,

Confía en mí, confía en nosotros

Confía, que esta poesía no es hueca, no es banal

Las palabras difusas representan mi eterna búsqueda

De aquella palabra que no existe

Porque no hay palabra que describa nuestras suavidades

No hay palabra que describa tu furioso pero delicado ser.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS