¿ Y si fueses un mueble?

¿ Y si fueses un mueble?

ESTEFANYA PARRA

30/04/2020

Algo fuera de lo común, algo fuera de serie diría yo, pero que agradable cuando puedes experimentar la sensación de tener las palabras exactas y dar una respuesta a una pregunta inesperada.

Los cambios siempre son buenos cuando el objetivo nace del quererte a ti mismo y tener paz interior, la meta ahí, viene por añadidura porque eres capaz de conseguir tu felicidad en plenitud, y cuando te pones a pensar ahora mismo que ha sido de tu vida, llegas a esta conclusión: nos asusta el querer olvidar el pasado, tenemos miedo a confiar de nuevo, estamos heridos porque echaron nuestra confianza al suelo y la pisotearon, cerrados a pensar que así como hay cosas buenas, también hay otras poco favorables y nos olvidamos que ambas situaciones, aportaron en nuestro crecimiento, somos más audaces, personas más pensantes; personas con más criterio; personas que ya no se dejan llevar por apariencias si no, por el concepto que nosotros definimos de las personas que llegan a nuestra vida, y sin pensarlo, inconscientemente ya las clasificamos, porque sabemos quiénes serán buenos compañeros, excelentes amigos, y perfectos desconocidos aun si comparten mucho tiempo junto a nosotros.

Que la memoria no olvida, eso es más que evidente, pero esta así, porque nosotros no aceptamos lo que nos pasa y no perdonamos, por ende no sanamos, cambiar tu esencia no es la solución, la perspectiva de ver las cosas sí, esa es nuestra responsabilidad, para afrontar todos los días cada situación en la vida.

No siempre hallamos personas con las que se pueda compartir un buen chiste, una gran anécdota o incluso sentir que la hayamos conocido años atrás, grandioso, porque al encontrase con una de ellas, explotas tu vocabulario, la magia se apodera de ti, empieza hablar hasta de cosas sin sentido, que al final saca tu lado filosófico y quien es el receptor de cada uno de tus pensamientos, dice creer que tú eres sabio, pero no, no basta una vida entera para terminar de conocer a una persona.

Y cada uno de los adjetivos con los que te califiquen las personas que pasan por tu vida ,ocuparan los lugares después del décimo primero, porque 2 nombres te dan en el registro civil pero los nombres que les siguen serán los que la vida te regale y tu decidas adoptarlos.

Pasaron los segundos, minutos e incluso horas y la idea de encajar con los demás, aun si eso significara dejar de lado el ser genuino, seguía siendo la protagonista de la noche, entonces se volvía agradable el pensar ser como un mueble, algo inerte, pensando que así, se tendría vida que ofrezca comodidad a quienes se sentaran sobre él. Desde luego ese pensamiento era algo errado, y responder, yo no me sentaría en ese mueble, desato, un gran debate, que inicio así; entonces, ¿Que se debería hacer para que te sentaras en él?, era evidente se necesitaba defender una creencia y desde luego algo que la vida me había enseñado años atrás, por lo que respondí:

Si tú fueses un mueble, lo que deberías hacer para que yo quisiera sentarme en él, pues sería…
1… Mostrarte con un color agradable a la vista (siempre tu esencia).
2… Tener unas bases que aseguran mi descanso (tus valores de casa y los adquiridos que consideres bueno tenerlos).
3… Un acolchado no tan robusto (debes aprender a soltar lo que no te aporta en la vida).
4… Un decorado que aún sencillo diga… wwuuaao! (tu sonriendo por la satisfacción de ser alegre hasta alcanzar tu felicidad en plenitud).
5… El tamaño adecuado que no sea ni muy grande ni muy pequeño deben permitirme poner mis 60cm de cadera jajajja no es cierto (representará la grandeza de tu corazón y el amor con el que Dios te creo para nosotros los que tenemos el privilegio de conocerte).

A estas alturas, el poder dar mi punto de vista a alguien, queriendo demostrarle que la vida nos pone muchas pruebas y que nosotros somos los que ponemos puntos suspensivos, interrogantes, comas y puntos finales a cada experiencia vivida, más que alegría, me da la satisfacción de saber que poco o mucho, si cambiamos con el tiempo, pero no dejamos de lado nuestra esencia, después de todo no seriamos nadie sin ella. Valoramos más lo que tenemos, estamos madurando nos dice el consciente, pero estando gobernados por el inconsciente yo te diría, ¿estás listo para ser un mueble?

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