Yo no tengo tiempo libre, soy libre todo el tiempo

Yo no tengo tiempo libre, soy libre todo el tiempo

Vanessa Padmir

29/05/2017

La ociosidad es la madre de todos los vicios… pero… ¿no será esta necedad de seguir culpando a la madre de todo lo que hacemos? que al fin y al cabo como hijos obedientes de una cultura dónde mentarnos la madre es parte de la costumbre, puntualmente chingamos a nuestra ociosa madre.

En Italia la «cosa» es más romántica: «Il dolce far niente» es una invitación al placer mundano de quedarse quietos, una perfecta oportunidad de sentir sin pensar, de estar en el famoso aquí y ahora, de adormecer a este hámster maquiavélico y controlador que esta urgido de solucionarlo todo, hasta lo que no le importa.

Lo triste es que no conozcamos este placer tan accesible porque nunca tenemos tiempo…¿Tiempo de que? … tiempo de vivir. Tal vez porque buscamos llenarnos de cosas que hacer para no morir de miedo a conocernos realmente, así sin nada, entonces morimos por no vivir, por agotamiento o por hastío.

Quizás nos cansamos de buscar «tener tiempo libre» para hacer lo que verdaderamente queremos, cuando lo ideal sería hacer lo que queremos todo el tiempo, todo nuestro tiempo, dejar de hacer las cosas por obligación para dedicarnos al placer sublime de hacer por gusto. Si bien dicen los que saben que una vez que amas lo que haces nunca más tendrás que trabajar.

La ociosidad es la madre de todos los vicios, si, pero la culpa no es de la madre, es del ocioso, pues la ociosidad como todo en este universo tiene su luz y su sombra, de tal suerte que hoy le otorgo a doña ociosidad el título de «la madre de todas las genialidades»

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Así puedo permitirme el dulce placer de no tener que hacer para sólo ser, sin ninguna culpa.

No tengo que hacer, no tengo que ser, sólo soy… ¿y que crees? que también no hacer genera dinero porque genera ideas. ¡Piénsalo!

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