Efecto Express.!

Suena la alarma 05:10 am, hora de empezar a descubrir todo lo que traía un nuevo día, un gran bostezo, brazos extendidos, pies descalzos y ojos entreabiertos combinaban perfect en Paula.

¡No!, ¿Por qué un Lunes en la mañana la cama se torna más calientita, suave y acogedora?, se pregunto Paula, sin tomar en cuenta que volvió a cerrar sus ojos y dejó caer su cuerpo nuevamente en un sueño profundo, y «5 minutos más» era la frase perfecta para descansar un poquito más, antes de ir por una ducha de agua tibia, el agua fría para ella no era una opción, pues no tenía piedad con sus sueños, apenas caía el primer chorro de agua, la piel ya se erizaba y los sueños de la noche que terminaba, debían regresar a sus recuerdos, porque habían nuevas personas por conocer, nuevos proyectos que realizar, amistades a quienes contar chistes y demás. 

¡Imposible!, cuando todo parecía ser perfecto en sus sueños, ella terminando una coreografía en la plaza principal de su barrio, junto a sus amigos y la gente se llenaba de júbilo, aplaudiendo muy fuerte al culminar su presentación, desde lejos de acercaba unos gritos: ¡Paula!, ¡Paaauuuula!, ¡por Dios Paula.!

Era Gloria su madre, se había percatado que Paula dejó enfriar su desayuno, ¡Diablos!, los 5 minutos de Paula fueron 20, obligándose a dejar de lado sus cobijas, agarrar su toalla y correr hasta el baño, sin piedad ni aviso alguno, movió la perilla de la ducha y el agua fría ahora era la indicada para despertarla y darle mucha energía para empezar su día. De forma apresurada vistió su uniforme de gala, peino una coleta alta en su cabello y colocándole un lazo de color blanco como si fuera un moño de regalo, se sirvió su desayuno y salió corriendo hacia el coche azul que le llevaba hasta su colegio.

En este coche ya había viajado por 5 años, y se aproximaba el último año ya que estaba por terminar el Bachillerato. Saludo de forma cordial a Beatriz, quien manejaba el coche y platicó con ella varias cuadras como de costumbre hasta llegar a los barrios contiguos donde recogían a 3 niños que formaban parte de las mañanas alegres para Paula. Gabriel, el niño más pequeño de este grupo, siempre coreaba una canción que recordaba de su jardín, tan dulce era esta canción, que todos los ocupantes del coche terminaban cantándola, como el himno Nacional para empezar la semana en una institución educativa.

Nada fuera de lo normal para empezar la semana del mes de Enero, los exámenes quimestrales se acercaban así que Paula habiendo terminado de cantar, sacó una libreta de forro verde, donde llevaba los apuntes de física y empezó a ojearla, recordando el desarrollo de algunos ejercicios, la primera clase de los Lunes era Física General y su profesora era muy exigente, así que sabía que debía tener en cuenta los temas tratados en la clase anterior antes de entrar en una nueva clase y seguir con su invicto, 0 llamadas de atención y lecciones con buenas calificaciones.

  1. EN UNA AUTOPISTA

El lugar donde vivía Paula, tenía una sola entrada y salida, la avenida 18 de Marzo, siempre se pasaba por una casa Blanca que tenía una imagen grande de la Virgen María, y las personas acostumbraban a persignarse al pasar frente a ella, el semáforo de la avenida mostraba su color amarillo y Beatriz como de costumbre, piso el acelerador para salir con prisa hacia la avenida, pero apenas se dispuso a hacer esta jugada, en cuestión de segundos, una volqueta la había sorprendido al salir sin previo aviso por la avenida principal.

Los reflejos de Beatriz fueron claves e importantes, ya que gracias a sus maniobras la situación paso a ser un susto sin nada que lamentar, de no haber sido así quizás, la historia que apenas empezaba, terminaría en un funeral, y un título grande en el periódico que diría: «Carro de Recorrido Escolar deja sin vida a 4 estudiantes y a Beatriz»,el semáforo ya estaba en rojo, lo que obligo a Beatriz a detenerse por unos segundos más, el este movimiento imprevisto, Paula había dejado caer su libreta bajo sus pies, se agachó a recogerla y cuando se acomodaba el cinturón se percató de la buseta que esperaba en frente, un momento, ¿quién era él?, ¿dónde vive?, ¡caray!, ¿lo había visto antes?, fueron las primeras interrogantes que llegaron a Paula,resulta que en esa buseta estaba sentado un muchacho de perfil encantador, peinado impecable, bien uniformado y una sonrisa encantadora y lo único que había identificado, era el nombre de la institución del muchacho por el uniforme que llevaba, pero junto a él, una chica, que sin creerlo, resultó ser una amiga de la infancia de Paula, Vanessa.

Se veía que ellos conversaban y reían sin parar, algo que llamo mucho la atención de Paula, y por más que para ella fuera algo pasajero, los gestos de este muchacho ya se quedaron grabados en la memoria de Paula, el semáforo cambió a verde y Beatriz salió a la avenida, Paula miró por ultima vez a la buseta, y el muchacho sin pretenderlo voltea su cabeza y observó a Paula. El lazo que la muchacha llevaba era muy llamativo, que el muchacho encogió sus ojos tratando de ver a detalle a la muchacha que lo llevaba puesto, en ese acto Paula corresponde a la mirada del muchacho y por mili-segundos que parecía una eternidad, los muchachos hacen contacto visual, y Paula algo nerviosa, tragó saliva y rápidamente regresó su mirada a la libreta que traía en las manos,Beatriz muy oportuna aceleró y Paula se alejó de la mirada del muchacho. 

¡Por Dios Beatriz!, recarguemos gasolina, ¡Gabriel!, podrías decir que quieres comprar algo en la tienda, eran los deseos más intensos que antes no había tenido Paula, cualquier improvisto sería magnífico, para que Beatriz se retrasara un poco, y la buseta de aquel muchacho pudiera llegar hasta los semáforos de la ciudad grande donde ya habían divisiones y seguramente, Paula no volvería a saber de aquel muchacho, pero si Vanessa la amiga de la infancia de Paula, reía con el muchacho, significaba que eran amigos, entonces volver a contactar con ella seria el preámbulo para conocer al muchacho. Paula pensó en un plan para contactar con Vanessa, pero luego en un golpe de realidad, se dio cuenta que era algo loco, así que se cuestiono, y decidió no hacer nada, pero se decía: Destino eres malvado conmigo.

Paula terminaba de reírse, por todo lo que pasaba en su mente, y de la nada, la buseta del muchacho, termino superando en velocidad al carro de Beatriz, imposible, cuando Paula quería olvidar lo sucedido, ahí estaba de nuevo, eran las 6:23 am, y el tráfico que siempre estaba a las 6:50 am en la escuela de Gabriel era interminable, así que a como de lugar, Beatriz debía volver a la delantera, y contra todo pronostico llegar a la 6:30 am al redondel principal de la ciudad en la que estudiaban sus chicos, dejar en la escuela a las 6:40 am a Laurita y Adela, acelerar hasta la escuela de Gabriel y dejarlo justo a las  6:45 am, para huir de semejante tráfico, y con la tranquilidad del caso llegar a las 6:55 al colegio de Paula, chocar las palmas con la muchacha y decir, ¡Lo logramos!, así era como Beatriz lograba 0 atrasos en el reporte final de los chicos.

¡No te dejes ganar Beatriz!, ¡llegaremos tarde!, fueron las exclamaciones de los niños en el carro, en un instante del recorrido escolar, habían pasado a vivir una carrera de coches, Paula sonreía y decía :»Agua jabón y deja, Beatriz no se deja», se echo a reír y luego mencionó, debo estar con los niños, no te enojes Beatriz, pero en el fondo luego de mencionar esto, era evidente que Paula también quería retomar la delantera y volver a mirar al muchacho.

Entre aceleradas y maniobras bruscas, la avenida se había vuelto una autopista y al final, la buseta y el carro de Beatriz habían llegado por igual al semáforo del redondel, Paula muy decidida a no voltear a ver hacia la buseta, mantenía la mirada fija hacia el frente, de pronto, alguien dijo: ¡Hey!, ¿cómo estas?, tanto tiempo sin verte, ¡imposible!, esas eran las palabras de Vanessa, siempre que saludaban en la escuela, podían haber pasado horas de no haberse visto y cada mañana, mencionaba lo mismo, Paula regreso su mirada a la buseta, y en efecto, era Vanessa, entonces Paula optó por alzar su mano, moverla y responder: Hola,y sonreír, pero junto a Vanessa apareció este muchacho y de modo gracioso hizo el mismo gesto que Paula.

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