Cuando un joven parte con premura

mil preguntas quedan sin respuesta.

Cuando una vida joven

se adelanta en la partida,

quedan mil deseos mutilados,

suspendidos, para ser cumplidos.

Mil sueños se hacen añicos al instante,

y se rompen en pedazos ilusiones.

Cuando un joven muere, duele el alma,

es un pájaro herido, un ángel caído.

No brillan las estrellas ni la luna,

no es azul la inmensidad del cielo,

no bastan las palabras y las lágrimas

no hay consuelo para un dolor tan hondo.

El tren se marcha, y tú te quedas,

mirando desde el andén tan aturdido,

con el corazón vacío y aterido

sin poder correr para alcanzarlo.


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