es temprano en este día

y juego a ser eterna

tuve su certeza

unos segundos

y la dejé en la mesa

antes de volver a dormir

quedó su rastro

aquí, en mi corazón

en el corazón

que es un fulgor

es un fuego humilde

que t i t i l a

sin nunca quemar

un fulgor

que fue la mirada aventurada

no ocultes de ti tus alas

tus plumas blancas

se desbordan de ti

se avientan ligeras

por las baldosas

verdes azuladas

viviste recogiéndolas en tus manos

diciendo que eran del cisne

que por allá picaba

y tú lloraste avergonzada

de miedo

que te juzgaran

ahora lozana

ahora temes a nada

vives el sueño


envuelta en tu capa





rosada madre





de materia sutil







despojarte del cuerpo roido


carcomido en la oscuridad


temeroso de la luz


la luz ya hirió tus ojos


dejó en tus cuencas un vacío


y virtió en ellos


las aguas donde el cielo se refleja










donde el cielo se refleja














donde el cielo se refleja





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