​Sayoko (1230 palabras,relato)

​Sayoko (1230 palabras,relato)

Vientos del Sur

07/05/2017

Sayoko 1230 palabras

Sayoko era una adicta a su Mobil, lo tenia todo el día en mano o al menos cerca, incluso cuando lo tenia cargando. También era adicta a las redes sociales y otras tantas cosas que le aportaba el aparato. Siempre estaba acumulando dentro de el y haciéndole uso. De hecho, su pequeño piso tenia lo necesario para vivir: un techo entre cuatro paredes, una mesa plegada en un rincón, una cama, un congelador y un microondas, en el baño igualmente 4 objetos y aparatos mal contados. No había cuadros, ni fotos, tan siquiera tenia un escritorio o TV, decía recortar gastos con excusa de no tener que dar explicaciones sobre su extensión máxima de la mano. Aunque resultase sospechoso ella hacia ver que era lo mas natural del mundo.

Pero entonces ¿con quien hablaba?, ¿Qué tenia en el Mobil?, Apenas el jefe tenia su numero de teléfono pero nadie mas sabia o tenia su Buttbook, Wowsapp, Twiggy u otras redes conocidas. Era un enigma que llamaba mucho la atención, la hacia siniestra. Sólo un par de veces algún compañero había ido a su piso por un tema de trabajo y notándose extraño e incomodo no duraba mucho tiempo allí. Según los datos que consiguieron todos los curiosos llevaba como unos veinte años viviendo ahí, pero la duda era demasiado grande para creerse eso.

Nadie en todo Japón era tan estrecho en costumbres, la gente pensaba que podría tener objetos de valor escondidos en su hogar o quizá en casa de su familia, era un gran misterio que nunca desvelaría. Si bien es cierto ella tampoco hablaba mucho de su vida, y aunque la veían tecleando continuamente no había manera de encontrar ningún perfil suyo por toda la marea informática. Compañeros y amigos decidieron quedar para salir una noche de karaoke y copas, en un descuido sisarle la reliquia por unos instantes para descubrir su misterio. Para ello invitaron también a Yoshida, un experto informático y hacker, pues seguramente necesitarían su ayuda para claves u otras cosas si querían acceder a la información.

Sus compañeros de oficina dijeron de montar una fiesta, la excusa, que el jefe estaba de viaje por unas semanas, aunque fue muy poco creíble y rechazó la oferta le insistieron tanto que acabó aceptando bastante desganada. La velada de la fiesta transcurrió tranquila en el karaoke, canciones tradicionales o modernas pasaron por buenas y terribles voces mientras rondaban las copas. Los muy ilusos pensaron que ella caería con eso. Algunos de ellos estaban un poco pasados y algo malhumorados porque no estaban consiguiendo lo que querían, ella sacó unas cuantas fotos, cuando esto ocurrió uno de ellos pasó al plan B, le metió algo en la copa e hizo una seña de que había cumplido esa parte al resto de cómplices. Se hacia tarde y algunos dijeron de marcharse cuando una de las compañeras cogió su abrigo y bolso ella se desplomó, fue como una bofetada que despertó a todos los que se hallasen atontados por el alcohol. Rápidamente la colocaron en un sofá y comprobaron que estaba realmente dormida.

Cinco personas alrededor de una pequeña pantalla miraban expectantes ante lo que pudiese suceder, yoshida hizo su trabajo, pasó las barreras hasta toparse con un código de huella digital, resoplando, cogieron el dedo de sayoko y lo posaron en el táctil, se oyó un “pipipi” y la pantalla se desbloqueó. Lo primero que encontraron era un paisaje con un edificio que a alguno le sonaba pero no reconocían como fondo de pantalla. Después fueron a las fotos, donde encontraron las fotos recientes que se habían sacado y otras un tanto sorprendentes, fotos pornográficas sadomasoquistas, fotos Gore, fotos de mataderos, satánicas, luego otras mas normales, con gente común, de varias clases y etnias. No tenia sentido, Pasaron a mirar sus enlaces de red, estos también estaban codificadas en algunas ocasiones, había tanta variedad como estupefacción. No sabían ya si andaban tratando con el objeto de la misma persona o varias, lo mismo con las apps y otras funciones que eran de lo más completas, el Mobil debía tener “Teras” de espacio para semejante repertorio, había programas y morralla para todo. Pero bien era cierto que formaba parte de ella como si fuese oxigeno vital. Por alguna extraña razón no podían ser capaces de encontrar las redes, no tenia links directos y su historial de búsqueda estaba completamente limpio. Optaron ya por ultimo usar su “Wowsapp” tenia una conversación a medias con varias personas pero vieron la primera de la lista: “oto-shan”, su padre. La conversación era sobre unos negocios que tenia el padre en proceso donde le comentaba unos cuantos millones que estaba a punto de conseguir, también de una unión con conocido grupo de yakuzas que aseguraba su resguardo y el de su empresa, finalmente comentaba algo de una reunión con los miembros de “resplandeciente luz nipona” y que anunciarían una fecha en breve para su quedada habitual y no podía faltar, y que su socio estaba contento por el trato que tuvo con el hacia 3 días, pero que la próxima vez quería que fuese mas “dura con el látigo” . A yoshida se cayó la caja de Pandora al suelo, el resto del grupo estaba no salían de su asombro.

“Deberíamos dejar esto aquí y largarnos como si no supiésemos nada”, comentó una de las chicas,” ¡que miedo!” Sollozó otra, “Quizá estamos malinterpretando” dijo el mas veterano del cuarto, “dejarla seria sospechoso, que alguien la lleve a casa pero ni una palabra del teléfono” dijo el propio yoshida. El Mobil zumbó en el suelo, yoshida lo recogió y todos se arremolinaron ante la mini caja tonta otra vez en nanosegundos, Era el padre, comentaba que su empresa himawari ya volvería a estar en las listas TOP en cuestión de nada gracias a la ayuda de los yakuza, también que le había conseguido varios pretendientes de renombre. El padre continuo escribiendo mientras todos estaban pálidos, pues “himawari” era una de las empresas más importantes de Japón, por lo tanto comenzaron a entender parte de lo ocurrido. El padre pidió por favor a su querida SAYA que aceptase al menos el compromiso de conocerlos en algunas citas concertadas, segundos después el comentario de “q pasa? No respondes dsd hace un rato. Estas enfadada?” hizo pegar un bote a mas de uno, acto seguido miraron a sayoko/saya que yacía en el sofá, le dejaron el Mobil en el bolsillo pero entonces les invadió el terror, no respiraba, no tenia pulso, estaba muerta.

Alguien se pasó con la dosis de la droga, quizá no se les ocurrió que algunas sustancias son capaces de matar caballos si no se controlan adecuadamente. Todos estaban trastornados pensando como había podido pasar y que hacer ahora, algunos lloraban, sabían que estaban sentenciados antes de empezar. Alguien propuso quemar el cadáver o simplemente llevarlo a alguna parte pero ninguno se veía capaz de semejante atrocidad, se consideraban personas normales y corrientes que habían sido descuidados. Recordaron a su sayoko, una chica que siempre estaba en su mundo, o con su mundo, no sabían a donde iba después del trabajo, bueno, ahora si sabían algo de ello, realmente era educada pero pasaba de todo, nadie pensaría nunca lo que había tras ella, quizá solo su familia, sus cercanos. Encontraron su respuesta, estaba delante de sus ojos, pasase lo que pasase ellos también serian sayoko.

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