Soñador extanjero

Los olmos rugían pavorosos ese invierno, vivía en Madrid en ese momento y rezaba plegarias para volver a su pueblo con aroma de romero, sus venas halladas palpitantes de deseo. Alli tenia su preciado armario con pomposos vestidos de gala. Por un breve tiempo dejaria de ser Paul para convertirse en Paulina.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS