¿Cómo es que decido sentarme al pie de tu mirada?

Cuán inocuo será el acto de estar en el umbral de tu alma.
Tormenta serena, histeria constelada, preludio oscuro, manto de ironía.
Aguas de furia arrebatando el habla surrealista de la palabra no dicha.
¿Qué me dices criatura insomne con esencia de alba?
¿Qué me dices figura de tintura ardiente? Pincelada de tierra, hueso y sangre, que plasmó bajo tu carne toda incertidumbre humana.
¿Qué me dicen tus sentidos abiertos al filo de la duda, desgarrando los misterios de la madrugada?
Oh espíritu inquieto de sonrisa callada, háblame con las pupilas casi veladas.
Alúmbrame y llévate el vocablo afanoso con tu ojo de brutal encanto, ten piedad mirada de claro, tu que aun encierras vestigios humanos.

Grítame con la ira que alimentó tus días henchidos a punto de derrame y hazme cabalgar al galope de tu vorágine inconforme…
¿Cómo es que quiero quedarme viendo tus ojos de mar abierto? ¿Cómo es que mientras mas me devoran, mas entiendo su silencio?
Alma breve de instante permanente, cántale a la luna tu tragedia perenne.
Voz humana que estremece la calma del cielo, abre esos luceros dilatados, alborada inquisidora, reflejos tornasol de nuestro corazón de ópalo.
Turba este sueño ligero y muéstrame,
¿Cómo es que te colmas de vida? ¡llevando tanta muerte bajo los parpados!

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS