Algún día todos tuvimos una máquina de vapor.
Marchando al calor de las ideas.
Y con el corazón como motor.
Con engranes de locura y destinos infinitos.
Un día todos fuimos imparables, por los sueños poseídos.
Algún día lejano, o tal vez no tanto.
Todos piloteamos las mas majestuosas naves.
Había un navío navío, cargado de posibilidades.
¿A dónde fue el tuyo? ¿A alta-mar o a reinos lejanos?
¿Tras un amor o una aventura llena de acción?
Algún día todos tuvimos, una máquina de vapor.
Y algunas tienen lugares para llevar, a quien la suya perdió.
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