Xhradix el Niurit experimental.

Xhradix el Niurit experimental.

Ramses Yair Ayala

02/05/2017

Era increíble. Todos los pasillos por los cuales él se deslizaba anunciaban un acontecimiento único. Había quien dejaba de realizar su arduo trabajo para detenerse frente a los enormes cristales y escuchar la noticia. Los cristales similares a cuarzos adquirían ciertas tonalidades de acuerdo al tipo de información que proporcionaban. Ésta ocasión eran de un azul eléctrico; por ello el bullicio y los murmullos a lo largo de los pasillos por los cuáles Xharidx se deslizaba.

Xharidx se encontraba recalcándose en lo más profundo de sus pensamientos. Tenía una sensación extraña que no podía describir. A pesar de la enorme inteligencia de la cual estaba dotada su especie, la productiva y proliferante tecnología que desarrollaban continuamente, tecnología que primeramente los había hecho sobrevivir a un entorno hostil de lluvias ácidas, a un planeta cuya rotación era extremadamente lento y de consistencia gaseosa rodeado de cinturones rotativos de meteoritos, carente de una estrella que les proporcionara energía de plasma, se preguntaba si podría con la función que le había sido otorgada desde su creación, si era necesario cometer tan vergonzosos actos de conquista. Hubiera preferido ser de los Niurits viajeros que se dedicaban a explorar los distintos universos, capaces de viajar a través de agujeros negros distorsionando tiempo y espacio. Incluso, hubiera dejado que le implementarán en sus tejidos el doloroso artefacto usado únicamente por la milicia, sacrificar su vida en la batalla antes que ser lo que él, un Niurit experimental, una de las categorías más respetada dentro de la pirámide de poder pero también la más temida.

Los experimentales eran criaturas destinadas al cuidado de universos descubiertos por los exploradores. Universos con condiciones específicas en materiales y en la mejor de las circunstancias, con planetas que presentaban indicios de vida inteligente. Rara vez se evitaba extinguir a la especie habitante del planeta. Los experimentales tenían plena libertad de utilizar lo que creyeran conveniente para la preservación de su mundo y de los individuos que conformaban su sociedad. Eran excluidos del resto desde su etapa prematura, portaban brazaletes dorados con incrustaciones de una piedra rojiza y se les enseñaba que cuando dichas incrustaciones se desprendían, la misión de su vida comenzaba, ya fuera sustituyendo a un experimental piadoso que fracasara en la tarea asignada o por el descubrimiento de un nuevo universo para conquistar.

Los experimentales en activo eran conectados a una esfera platinada y parpadeante en una habitación triangular, estilizada y adornada con elementos geométricos. Sus tentáculos pegajosos y viscosos se enredaban en pequeños controles cuadrados de los cuales se desprendían rayos de luz y sus pequeños ojos eran cubiertos por unas gafas líquidas amarillas que les permitían observar y acercarse a los elementos deseados. El alimento les era proporcionado a sus diminutos estómagos a través de mangueras conectadas en la parte inferior de sus cuerpos…

El sonido producido al caer de las piedras regresó a Xhradix de sus pensamientos. Fue cuando abriendo sus cinco ojos y mirando su brazalete se quedó perplejo e inmóvil. Un grupo de Niurits se le acercaba respetuosamente para llevarlo a su esfera. Ahora era una realidad, los cristales anunciaban que el planeta Z009-x/z8 contenía vida. Era habitado por criaturas de morfología distinta a las suyas que respiraban oxígeno. Según el reporte tenían clasificación 3#$-%23 (Criaturas de baja inteligencia con armamento primitivo, de actitud hostil e iniciando rutas de exploración espacial). Habían sido descubiertos al enviar una señal de radio a través de un objeto que giraba alrededor de la atmósfera del planeta rojo donde los Niurits exploradores habían dejado caer los rd34/ de investigación.

La comunicación entre Niurits era similar al zumbido de moscas. Un zumbido penetrante, algunas ocasiones con ritmo, otras tantas apenas perceptible, pero en la habitación era continuo y se percibía la agitación.

Xhradix fue conectado lentamente, primero las mangueras de alimento penetraron su delgada piel. Sintió la punzada de cada una de las mangueras en su espalda y un ligero gruñido se escapo de lo que parecía ser una boca. Sus tentáculos automáticamente se enredaron sobre los controles y le pareció sentir un cosquilleo al sentir los rayos de luz en su tacto. Por último, le colocaron las gafas cubriendo sus cinco ojos y una oscuridad profunda se apoderó de su vista. Ya no escuchaba la agitación de sus colegas, le pareció el silencio más largo de toda su existencia, el silencio que le acompañaría el resto de su vida…De pronto, un sonido lejano que poco a poco se fue haciendo más perceptible al par de orificios que tenía como oídos y aunque desconocido para él, pudo afirmar que se trataba de una especie de lenguaje que repetía continuamente:

-shhhhh shhhhh Houston a base, hemos establecido zona de contacto para realizar aterrizaje de exploración,shhhh shhhh, repito, Houston a base ¿Me copian? Interferencia alta…

-shhhhh shhhh Copiado Houston, inicie maniobra de contacto shhhh shhhh Modifique cinco kilómetros área de aterrizaje, suelo de Marte inestable shhhh shhhh repito viento solar causando interferencia….

Ante la mirada de Xhradix surgió un planeta de color azulado que le pareció hipnótico, a diferencia del suyo, sólo tenía una luna, tenía una rotación continua, era imponente, y aunque en alguna ocasión había podido ver a z007-y86 (Marte), sin duda alguna el planeta Z009-x/z8 le pareció impresionante y lo más bello que haya visto antes.

Una serie de zumbidos le recordaron la tarea asignada. Tanto la milicia Niurits asignada a él como los exploradores, esperaban órdenes. Su viscoso tentáculo escribió algo y un zumbido de respuesta escapó de su casi boca. La misión de vida comenzaba. La cuenta regresiva para aquella otra raza había iniciado.

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