Esta es, probablemente, la mas absurda petición que haya hecho nunca nadie en la historia de la humanidad. Pero contigo me toca bailar la danza de los sinsentidos.

Esta noche seré aire que viaja y desciende del norte hacia el sur, descendiendo el continente en el mismo sentido que quisiera transitar mi labio por tu cuerpo. Y en un soplido intentaré dispersar cientos, miles de kilómetros para poder tocarte de alguna manera. Porque ya no me caben las caricias en las manos.

Tocaré tu puerta, como aquella noche y te pediré que me acompañes. Ojalá que esta vez también quieras venir. Improvisaré una corbata con un halo de luz, la oscuridad de la noche será el saco que me abriga, porque quiero verme elegante para ti. Que de seguro tu estarás hermosa, porque siempre lo estás… yo estaré nervioso, porque cuando se trata de tu amor siento que está en juego lo mas valioso que tengo, incluso aunque realmente no lo tenga.

Orión, en el cielo, será nuevamente nuestro testigo y escuchará como te hablo a través del silencio que nos separa. Él mejor que nadie sabe cuanto te siento, cuanto te pienso y cuanto te extraño. Porque muchísimas noches me he sentado a su sombra, a pedirle que rompa el espacio con su espada, que me siente en su hombro y me deje al menos mirarte un instante sin una pantalla luminosa interfiriendo. Y también le he pedido que me rasgue un poquito los bordes del alma, para derramar un chorrito de esta sed de ti y bajar un poco el nivel, porque tu ausencia, tu silencio y esta falta de opciones me roban el aire por momentos. Aun así estoy, aún así estaré siempre que tu corazón me diga que quieres estar conmigo.

Y en medio de la noche, te pediré que nos escondamos en un rinconcito de mi sueño, donde nadie nos vea.

Quiero estar a solas contigo para ofrecerte lo único que puedo darte. El Amor mas bonito que jamas haya sentido, servido para ti y a tu medida, porque aquí adentro no cabe otra mujer que no seas tu. Porque mis besos están sentados al borde de mi boca, envejeciendo un poco mientras entre ellos se animan imaginando el encuentro con tu boca bonita, contándose leyendas sobre los dulces sabores que alguna vez bebí desde tus labios.

Voy a ofrecerte el deseo mas intenso que haya despertado nunca la piel de una mujer, mis ganas de hurgar en todos tus espacios, la esperanza de bañarme en tus sudores, de morir y renacer juntos. La tensión en mi cuerpo, la sed de tus senos, el deseo de empaparme en tu cabello, de derramarme en ti, de que me abraces desde adentro y del placer sereno de la exhalación que anuncia el final de la tormenta, cuando ya todo sea cenizas y fuego consumido y nos veamos a los ojos, ojalá que sea sintiendo que este deseo es Amor convertido en piel.

Voy a ofrecerte mi esperanza, absurda, ingenua, obstinada, siempre apostando a la posibilidad microscópica de que un día decidas que vale la pena intentarlo. Que me escojas, convencida de que por mas difícil que parezca, juntos podemos amasar el mundo a nuestra medida. Que realmente lo quieras y que no se nos acabe la historia sin intentarlo.

Voy a ofrecerte estar, estar siempre, incluso sin estar. Incluso sin que me veas. Porque tu, Mujer, eres el Amor, el de verdad, el que cuentan en las historias fantasiosas, el que es para siempre. Y yo no se hacer nada distinto a amarte.

Y al final de la noche, cuando ya casi se nos acabe el tiempo, te besaré las manos, pondré las mías en tus mejillas para mirarnos fijamente y te preguntaré lo mismo que pregunté aquella noche, hace 32 años.

¿Quieres ser mi novia, triplefea?

Piénsalo bien, y si dudas al menos un poco no aceptes. Porque no quiero nada que sea menos que amarnos hasta el fin de los días.

Soy tuyo.

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