¿Por qué pido? Porque lo anhelo.

¿Por qué pido? Porque lo anhelo.

Kristel

18/03/2020

¿Qué más esperaba el amor para venir hacia mí? ¿La decepción de la vida? ¿Un suspiro de alegría?…

Al verte cariño mío he quedado cautivada, ¿De dónde has conseguido ese brillo en tu mirar? Se destila tan suavemente de entre tu rostro, y yo más completa no podía estar;

Arriba de tu alma se encuentra la alegría inexplicable de un entrañable ser, ¿Quién será el que provoca el suspiro? ¿Al verte será que me suceda también?

Soñada entre tus brazos yacía en mis pensamientos, el sentir volaba, y el tiempo avanzaba con rapidez, y ya no encontraba el tiempo de estar contigo otra vez.

Llega una pregunta inesperada:

-¿Qué traman ustedes?

Y dentro de mi corazón una llenura se formaba.

-Pienso que no es honesto, que no es formal, que algo oculta, y temo por ti.

El gesto de mi rostro se ha mudado,

¿Qué se espera de una enamorada ante tal cuestión?

Pero se aferra a el mi corazón.

No quiero caer en aquel sentimiento profundo, el que me hizo descender hacía el suelo frío y vacío, que me dejó sin esperanzas, sin llanto… sin palabras.

¡Que alguien detenga esas palabras¡

¡Lastimada no quiero volver a ser¡

Y Se escuchan las palabras que parecen avecinar una discusión.

-¿Será que te ha cautivado su alma?

Me detengo a pensar antes de contestar, no sea me ataquen las palabras de ira, las de furor, y yo sea tomada por vana.

-Te he dicho que temo por ti, la sinceridad es primero, Dios quiere ser testigo de lo vuestro.

Que cesen las palabras de tu boca, que sea aclamado la voz del amor, concedo las frases al aire, ¿Qué puedo decir? ¿Qué le sucede a mi corazón?

Yo sé que no somos perfectos, pero Dios que me ha visto sabe de que hablo, todos caemos en pozos profundos, de la cual intentamos salir… Yo era una de ellas y nadie estuvo para mí, ha llegado el a sacarme, y ahora sí que me sienta bien.

¡Señor le pido que escuche mi oración, este ruego que elevo hacia usted¡ , ¿Qué sucede? ¿Algo me querrá decir?… ¿Hay algo que he dejado pasar?

¡Señor le pido una respuesta para el amanecer de mañana, para el pasar del día, el amor que a el se entrega lo siento sincero, lo siento tierno, lo siento tan eterno como para entregarlo a sus pies¡ ¿Qué he de hacer? ¿Algo ante usted he de responder?

¡Señor, usted que me ha resguardado, que ha dejado acontecer el bien y el mal sobre mi vida, que ha dejado entrar los días de lluvia y de sol, que me brinda la sombra de cada momento, que me da abrigo cuando estoy sin consuelo, Señor, ante usted se inclina mi oído para saber que hacer.

¡Señor, tenga piedad de mi vida, usted que lo ha presentado a la mía, le pido que no lo aleje, que cambie mi corazón para saber el resultado, que entregue yo mi vida en sus manos para saber a lo que me he encausado¡

¡Señor, usted me ha dado el amor que siento, no deja que se desvanezca, solo condúzcame a el deber que a usted he de entregar¡

¡Señor, suplico por mi vida, y por la de mi anhelado, que diriga nuestros pasos, que diriga nuestro ser, que nos una un poco más a lo que usted quiere llegar a hacer!

Y entre un suspiro preocupado, todo a Dios entregué, pensando en el amor que le tengo, y todo lo poco que le he llegado a dar, tengo miedo y melancolía por recordar… que ese sentimiento de tristeza a mí se vuelva a allegar, he rogado por el sentimiento, he dicho a mi preocupación ¡adiós¡ Siento que es bueno, siento que tierno es, me entrego y se entrega, todos caemos y volvemos a renacer… Señor mío escucha lo que te pido, concédeme la petición que te he hecho, te lo ruego, te lo suplico, concédele a este corazón abrumado la petición que al cielo se ha elevado…

Al final me recuesto y pienso:

Que tus ojos se asemejan a un gran espejo que ha de reflejar mi rostro de alegría cada vez que te veo. Señor, Concédeme mi petición, mi gran deseo, porque lo quiero, en verdad y con fe lo anhelo.

-Kristel.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS