Perdone Kati,pensaba que hoy no iba a estar Vd. en casa. ¿No iba a visitar a sus familiares?
Kati le respondió: Es que todos habían salido y como me encontré sola, decidí volver a casa.
Alfredo me dijo; Estamos solos tu y yo, hasta la noche no llegará tu familia.
Poco a poco, fue cogiéndome del brazo, mientras que con una delicadeza abismal me condujo hasta su dormitorio.
Una vez allí, me dijo: Alfredo, ¿nunca has estado con una mujer, verdad?
No, nunca había estado,las charlas del hermano Tomás me lo prohibían.
¿Te gustaría te enseñase?- Claro que me encantaría le respondí balbuceante.–
Después de mi primer encuentro,estos pecados se fueron sucediendo muy a menudo.
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