Nunca había estado con una mujer (copia)

Nunca había estado con una mujer (copia)


Sexy hermosa pareja apasionado relajante — Foto de StockHoy día 6 de Enero, festividad de los Reyes Magos, todos los miembros de mi familia, excepto Alfredo, habían salido con la intención de visitar a los abuelos, por tanto,no regresarían hasta el atardecer. Kati, la empleada doméstica, también salía para visitar a sus primos, la única familia que disponía en Madrid, ya que ella era de nacionalidad peruana.

Alfredo que rondaba los 16 años de edad, estaba acabando su bachillerato. Odiaba los números, por lo que ya su interior le pedía dedicarse al periodismo.

Se dirigió a la biblioteca más próxima a su domicilio con el fin de recoger unos libros. Estaba justamente en la edad en la que lo erótico iba calando a pasos agigantados en su mente. Sin embargo, y debido a las charlas del hermano Tomás, quien era el encargado de impartir las clases de religión, les imponía tantas reglas sobre el sexto mandamiento que hacía tuviera importantes dudas e intrigas en su interior, con respeto al sexo femenino, motivo por el que no se había atrevido hasta el presente para tener un encuentro con una mujer, tan solo algún pequeño beso de refilón.

Cargado con sus libros, volvió a casa pensando:¡ Qué bien! hoy no tendré a nadie fisgando mis libros ni lo que hago.

Pero cual sería su sorpresa que, al abrir la cerradura de la puerta, un fuerte olor a cocina penetró en su interior. Allí junto al fogón vio la figura de Kati,no llevaba su vestimenta diaria, sino que ataviada con un camisón muy corto y totalmente transparente, Alfredo pudo contemplar todo lo más íntimo y bello que una mujer joven suele poseer.

Perdone Kati,pensaba que hoy no iba a estar Vd. en casa. ¿No iba a visitar a sus familiares?

Kati le respondió: Es que todos habían salido y como me encontré sola, decidí volver a casa.

La actitud de Katy, no era la de ordinario, sino que con una sonrisa burlona, cada vez fue acercándose más a mi, mientras mi figura algo recelosa permanecía estática en el umbral de la cocina.

Alfredo me dijo; Estamos solos tu y yo, hasta la noche no llegará tu familia.

Poco a poco, fue cogiéndome del brazo, mientras que con una delicadeza abismal me condujo hasta su dormitorio.

Una vez allí, me dijo: Alfredo, ¿nunca has estado con una mujer, verdad?

No, nunca había estado,las charlas del hermano Tomás me lo prohibían.

¿Te gustaría te enseñase?- Claro que me encantaría le respondí balbuceante.

Mientras, Kati, iba desabrochándome los botones de la chaqueta y cremallera del pantalón. Luego,comenzó a acariciarme primero el hombro y la nuca y atrayendo mi cara con la suya me largó un apasionante beso en mis labios.

Aunque con su camisón transparente se podía apreciar perfectamente sus partes femeninas, cuando quedó totalmente desnuda con aquellas piernas largas, morenas, un pubis como el carbón y aquellos sus pechos incipientes, me pareció mucho más hermosa que las estampas de los libros, fue como la aparición de una diosa.

Me ayudó a quitarme los pantalones, para entonces mi erección era tan notable que ella no podía dejar de sonreír

Aquel encuentro, primero de mi corta vida, me pareció tan maravilloso, que la figura del hermano Tomás desapareció inmediatamente de mi cerebro. Tal felicidad me proporcionó, que pensé que el hermano se debía referir a otra clase de pecados, pues lo nuestro no tenía nada de horrible, así que el Señor me perdonaría ante este pecado tan hermoso.

Después de mi primer encuentro,estos pecados se fueron sucediendo muy a menudo.

Me quedé completamente dormido, pensando en el hermano Tomás.Sería imposible que el no hubiera probado estos encuentros.









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