Porque dejar de ser peledeísta o algo que se parezca al PLD

Porque dejar de ser peledeísta o algo que se parezca al PLD

Es bueno comenzar pidiendo disculpa a los columnistas de periódicos y a todas esas personas entrenadas en el buen uso de la escritura. De ante manos, pido excusas por los errores de redacción y estilo que pudiera contener este escrito; más, sin embargo, lo que busco con este escrito está muy lejos de una buena redacción; es más bien, un mensaje contundente a esta clase social y política que tanto daño nos ha hecho como nación. Por tal razón, siéntanse en el derecho y deber de corregir y cambiar todo cuanto entiendan de lugar; Todos aquellos que piensen que la redacción pudo ser mejor. No hay derecho de autor en lo aquí expuesto, considerando que es el sentir de cualquier dominicano que le duela su patria. Cualquier persona, sin importar su clase social, afiliación política o credo religioso bien puede ser el autor de lo aquí expuesto.

¿Por qué dejar de ser peledeísta o algo que se parezca al Partido de la liberación dominicana (PLD)? Durante mas de veinte años he sido miembro de esa agrupación política, legado que me dejó mi difunto padre quien desde que cumplí la mayoría de edad me enroló en ese partido y las actividades políticas. Al igual que muchos de los compañeros que hoy dejo atrás, viví con sueños y muchas esperanzas de que la organización que fundara Juan Bosch sea parte de las grandes transformaciones que ha requerido el país. Y digo esto por que mi partida no radica en las diferencias a lo interno del PLD; razón por la que muchos hoy han abandonado el partido y han formado una nueva agrupación política. Nada que ver con lo antes expresado. La razón es más que obvia, después de casi 20 años de gobierno que el pueblo nos ha dado, permitido o tolerado; no hay excusa para que un partido no haya generado las grandes transformaciones que el país requiere dos décadas después de éste estar conduciendo el destino de la nación.

Comenzar a enumerar los males sociales que tenemos como nación, nada aporta a este escrito. Por tal razón no empezaré a enunciar cosas que podrían convertir este artículo en un libro, que por demás está decir, no es el propósito. Decir que mi decepción por lo que pudo ser y no fue, es más bien lo que mueve estas líneas aquí expuestas. Los partidos no son logias, ni religiones para ser tomados como tales, y digo esto, porque muchos de los que hasta hoy han sido mis compañeros de organización, así lo han asumido. Frase como: “mi partido es malo, pero el otro es peor”, es muy común escuchar para resignarse y no dar el gran paso de dejar cualquier agrupación política a la que pertenezca un individuo. Siempre existe la forma de hacer el bien, aunque se requiera de grandes sacrificios. No debemos pensar de manera individual cuando lo que está en juego es el bien colectivo. La nación está por encima de cualquier partido.

La patria no es propiedad de ningún grupo que entienda que puede y debe controlar todos los poderes del estado y así vivir en su burbuja, en su abundancia que le hace creer y pretenden hacernos creer que las cosas son tal cual ellos la ven y la viven. No, no es la realidad y no lo será por mucho que ellos pretendan hacerla valer. La frase bíblica: “si ellos callan, las piedras hablarán” bien aplica aquí. Marino Zapete, Altagracia Salazar, Edith Febles; por sólo mencionar unos cuantos, de la gran lista, no serán silenciados. No hay forma de acallar la verdad. Y la verdad es que esto no es una monarquía en donde sus miembros se han de traspasar el poder o en su defecto decidir quién le sucederá en el cargo. Esto último con el agravante de que no se trata tan solo del poder ejecutivo, sino de todos los cargos de importancias, los cuales son distribuidos entre los “nobles”. Aunque así lo entiendan ustedes desde su burbuja, la realidad es que no queremos vivir en monarquía, y por ellos las piedras no pararán de hablar.

Cualquier persona está comprometida con una causa en tanto persista la esencia de ésta. Y digo esto porque no sólo dejo esta organización, sino que invito a todos los que puedan entender la realidad de que esta organización (PLD) esta muy divorciada de su esencia. Vuelvo y sito la biblia. “Teniendo el entendimiento entenebrecido no saben distinguir el bien del mal”. Parece ser que esta capacidad se ha perdido en la alta dirigencia y hasta en una gran parte de los miembros de esta organización. La corrupción que nos aqueja parece no estar en el radar de quienes nos dirigen o bien ellos son la corrupción misma y no se pueden aplicar dicho instrumento. No importa que tanto intentes tapar el sol con un dedo, es una verdad ineludible que no lo podrás hacer. Con esto último quiero reconocer que existen las percepciones. Esto es algo que no podemos negar, pero tampoco nos justifica el hecho de que tengamos una percepción que nos dicte como es la realidad y que creamos que esta es tal cual la percibimos. Ya la ciencia nos ha demostrado en numerosas ocasiones que no importa que tan creíble sea un hecho, tenemos el deber de verificar, de comprobar y no conformarnos con el juicio que hacemos de nuestra propia percepción; la cual podría estar completamente errada.

Nuestro sistema social colapsa y desde su burbuja ellos no han podido ver venir tal problema. Nuestras autoridades que como ya dije en párrafos anteriores han tenido la oportunidad de realizar las grandes transformaciones que pudieron llevarnos por los senderos de un país institucionalizado, respetuoso de las leyes y con ciudadanos que persigan el bien común como consecuencia de una verdadera educacion de calidad. Ciudadanos que elijan con conciencia social y no por conveniencias particulares, ciudadanos que les exijan a sus elegidos que sus hijos estudien en nuestras escuelas públicas y que se atiendan en nuestros hospitales públicos, ciudadanos que al momento de volver a elegir sepan castigar no sólo con un voto disidente; sino también exigir la devolución de lo robado y el pago con castigos ejemplares que sienten las bases a la no impunidad. Por todo lo antes mencionado y lo que después de dos décadas debimos de haber conquistado como nación, reitero que se ha ido la esencia del PLD y por eso dejo de ser peledeísta o algo que se parezca al PLD.

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