Inocencia olvidada

Inocencia olvidada

Will Gutierrez

20/04/2017

Llega el verano con sus alegrías de hoy y emoción del mañana, donde el tiempo se acelera vertiginosamente al encierro de la rutina y cerco de la libertad, así que intentar vivir cada instante como el único y último era la misión de Tina, pues la apretada agenda de estudio, ballet, piano y francés, escogida por la erudita intención de darle las mejores herramientas a su pequeña, sin saber, lo arrebatado y despojado a ese pequeño ser, que con poco espacio y aire dejado para ser niña, algo humanamente necesario a los 9 años, añoraba estás fechas con vehemencia y júbilo.

Llegaban los primos y amigos cercanos de la familia como una especie de campamento íntimo, majestuosas instalaciones para el recibimiento de 20 personas, 13 adultos, 7 niños con los cuales compartir libremente durante un mes y un poco más, las edades de los niños oscilaban entre los 6 y 11 años, 4 damitas y 3 pequeños caballeros.

Tina como buena anfitriona tenía preparado para estos, una variedad de juegos impensados para no tener un tiempo libre, aprendido de ascendencia claramente. El desarrollo de las vacaciones era emocionante para ella.

Mientras los adultos realizaban sus quehaceres aburridos, los chicos se divertían como en Disney. Pero las estructuras terminan siendo agobiantes y carcelarias, tanto que magia se apagaba al pasar de las semanas, dejando a tina en el mismo punto de partida con cosas que hacer pero sin disfrutar al detalle la intrínseca niñez,

Incomprensible para ella pues nunca tubo la libertad de imaginar, crear, diversificar su entorno para hacerlo más atractivo a su mente y aventurarse a divertirse de una forma distinta e intangible, lección que le enseñaría Simón, un niño de 10 años hijo de los mejores amigos de la madre.

Jugaban con barro, lanzaban piedras a la piscina ya que no había lago a la cercanía, algunas figuras en origami como por nombrar algunas.

Cosas sencillas que no necesitaban de tanto plan y organización, en el desorden la creatividad fluía un poco mejor, Tina sosegada por fin, Vivía el final de las vacaciones dichosa y en buena compañía.

Pasaron juntos el resto de las vacaciones, no había más interés en ella que el tiempo al lado de Simón. Amor, química o tal vez solo entendimiento o mejor en términos de inocencia. Compañía, pura y sincera, esa que perdemos o nos roban con tanto veneno social y basura fundamentada.

El verano finalizó, todos volvieron a sus orígenes Tina a su rutina, pero esta ves con una energía distinta, esperanzadora de que todo en algún momento cambiaría y eso dependía de ella, de la manera como mirara esa estructura. Como una cárcel o oportunidad de libertad y así poder recuperar aunque solo un poco de eso que los adultos arrebatan con sus planes futuristas y metas frutadas de juventud. Libertad e inocencia, y encontrarse nuevamente con Simón, su amor de verano o simplemente compañero de juegos sincero y puro que topo su camino para cambiarlo.

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