Puta intuición. Siempre vienes a mostrarme las mentiras. A despertar la realidad. Tú que me muestras el veneno en boca de palabras dulces. Que escuchas ves y sientes más allá. Cuando mis ojos se hacen los ciegos nunca dejas de gritarme. Hasta que acabo rogandote de rodillas por mis ojos con vendas tapar. Y aún sigues descifrando mi destino, plasmándolo en señales que recorro en cada una de las calles. Para que te siga, por si me pierdo poder volverte a encontrar. En laberintos me meto sabiendo que tú siempre me salvarás. De aquellos lobos con piel de cordero que como piedras logró esquivar. Querida nunca me abandones ni en mis peores pesadillas. Cada palabra tuya siempre lograré descifrar. Algunos dicen que estoy loca por ser tú el mejor don que me han podido otorgar.

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