AL AMIGO QUE TODOS QUISIÉRAMOS

AL AMIGO QUE TODOS QUISIÉRAMOS

¡Hola Javier! Aunque todos los días me acuerdo de ti, hoy me apetece compartir, el amigo que fuiste para mi.

Fuiste mi jefe, pero sobre todo mi amigo. Muchas veces me sentí solo, pero jamás contigo.

Lloramos y reímos juntos, pero sobre todo reímos.

Gracias a Dios, o al universo, un día se juntaron nuestros caminos.

Siempre me apoyaste en todo, incluso en mis errores.

Siempre estabas ahí, como está el aire para las flores.

Que buenos ratos pasamos, incluso trabajando, pues trabajar contigo, era la anécdota asegurada y la complicidad del mejor amigo.

Aquellas mañanas que pasamos en tu Ford Orión, escuchando a Luis del Olmo, eran la leche, las carcajadas, las risas aseguradas y, tus comentarios, eran ya el colmo.

Quien pasa por esta vida, sin haber tenido un amigo como tú, pierde la oportunidad de sentir lo que yo siento, al mostrarte mi gratitud.

El mayor dolor que he sentido en esta vida, fue ver como te fuiste, saber que ya no estarias.

Mi gran deseo, no es para este mundo. Es, cuando todo esto termine, abrir de nuevo los ojos y, volver a ver como reías.

Angel Márquez Díaz