LA ADVERTENCIA

LA ADVERTENCIA

Luis Madrid

08/01/2020

Apenas es hoy, meses después de tenerla en mis manos, cuando vengo a mirarla bien. Cuando finalmente puedo admirarla en su completa dimensión: pues la ida y vuelta de colores junto a los matices artísticos, aunque puedan parecerlo, no son ni remotamente, la totalidad a considerar de esa figura alegórica. En este caso son tan solo el inicio: el comienzo verdadero de una fachada, cuyo trasfondo esta mucho mas allá de lo observable de forma inmediata y básica. Los ojos de aquel dibujo, me daban una pista que no se como me pude saltar. El azul, tradicionalmente esperanzador que coloreaba los contornos de los mismos, me hizo olvidar la cerrazón y la paz que adormecían a aquel rostro: que nada podía esperar del mundo, al no poder con el iris del globo ocular, admirar sinceramente lo mejor que ha de encontrarse en el.

No se que noche será esta, pero seguro estoy, que no ha de ser una de las mas gratas para mi. En todo caso, el tiempo me brindara el refugio, que ha de corresponder como bálsamo refrescante, a todos aquellos que en todas las edades de la historia, han podido caer en un combate: después de defender de forma inclaudicable, un honroso y sincero ideal.

Pese a esto y mi impotencia obligada, hacia cuanto ha de tener para mí este mundo, que me niego a aceptar tal cual es. Me ha de quedar muy difícil olvidar de aquella imagen obsequiada, el rojo vivo: el mismo de la sangre y que puede evocar, el más duro dolor. Pues aquella tonalidad, muchas veces acompañante de la pasión y otras veces de la violencia; rodeaba la paz de dos ojos cegados por la resignación. Pasa que el temor, ha sido tradicionalmente uno de los más efectivos agentes de coacción, que ha tenido que ver la humanidad. Quizás por esto las manos de ella, me dieron a conservar esa imagen, que prefirió cerrar los ojos, para no ver más expresiones dolorosas; y a su vez, considero mejor, el no arriesgarse quizás a sufrir, en busca del brillo de la libertad. Ya que desde tiempos remotos, algunas fuerzas y hechos conspiran para que hombres y mujeres, no podamos tales mieles oportunamente conocer. Deduzco que ella me dio esa pintura en miniatura, para prevenirme y regalarme una colorida advertencia. Para la época no era yo muy bueno, para adelantarme a las significaciones, de una pista tan compleja: donde la afirmación del dolor padecido, ha de imponerse ante las posibilidades intergalácticas que bien pueden regalar, todas las formas de afecto: incluso si este último mencionado y aludido, pueda estar antecedido, de una suma razonable de bien querer; en donde el corazón y la razón, llamados están a ser factores imprescindibles de importante figuración.

Se que bien puedo parecer culpable. Después de todo, la advertencia me fue dada, y mi lógica transgresora se empeño en desdeñarla. No me arrepiento de lo hecho, aunque una dura sentencia de seguro tendré que cumplir. Aunque mis alegatos, ante la suprema alegoría de la justicia de este mundo, se resistirán a escuchar. Igualmente observare con cariño aquella pinturita que hace poco entendí, aunque mucho de lo que significa la misma no termine de calar en mí.

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