Tus manos en mis manos

Tus manos en mis manos

Misletrasparati

11/01/2020

Como si no me cupieras en el pecho, como si latieras a través de mis latidos, te siento justo en el medio del alma abrazándome desde adentro. No se si realmente estás, o es solo un invento de mi desespero por saberte conmigo, un pañito de agua fría que le baja un par de grados a esta fiebre delirante que me produce tu ausencia.

Realidad o quimera, igual me entrego a esta loca fantasía que recorta kilómetros, que disipa dudas y temores, que destraba el futuro y achica el espacio como una aspiradora mágica. Hasta que sólo quedamos tu y yo, tan pero tan juntos que migramos hacia la palabra mas bonita que puede ocurrírseme cuanto te pienso. Nosotros.

Desde el medio del pecho te siento despertar, florecer dentro de mi como el embrión que no cabe en la semilla y se libera. Resquebrajando el espacio donde debe ir el alma y avanzando poco a poco dentro de mi cuerpo como un conquistador (aunque desde hace mucho tiempo en este territorio ondea tu bandera). Subes por mi garganta, te deslizas por mi lengua y me besas en lo interno de la boca, invades mi nariz con tu fragancia, te asomas a observar el mundo desde mis ojos haciendo que todo lo que vea me traslade de alguna forma hasta ti. Enredas tus rizos bonitos con mi cabello corto, escaso y desordenado, y juntos bailamos con la brisa que se cuela por la ventana.

Te apoderas de mis hombros, bajas por mis brazos y te adueñas de mis manos, que ahora también son tuyas. Las veo e imagino tus dedos blancos y bonitos escondidos tras los míos morenos y regorditos, acariciándolos desde adentro, como un cosquilleo sabroso que me transmite paz.

Entonces te visualizo pícara y sonriente, encogiendo los hombros mientras me miras con esa expresión que tanto me enamora. Te apoderas de mis manos y tocas mi pecho, bajando poquito a poco por mi abdomen hasta llegar al encuentro de mi sexo, que te presiente y se despierta (o tal vez no se despierta, sino que sueña conmigo que tu estás aquí). Erguido pareciera buscarte, hasta que entiende que eres tu, desde mi mano, quien le dice en el lenguaje de las caricias que has llegado.

Se inflama de ganas, tanto que parecería que fuese a estallar en cualquier momento. Y se entrega al placer de disfrutar tu recorrido, sintiendo como asciendes y desciendes cada milímetro de piel que se levanta en tu nombre, que ruega porque esta vez no sea un sueño mas… Si, esa parte de mi también te sueña y también te ama. Y espera ansioso la ocasión para poder conectarse contigo y escribir dentro de ti una historia que no se te borre nunca. Dejar una marca esculpida en tu vientre. Una marca de propiedad, aunque no como un hierro caliente que marque tu piel avisándole al mundo que eres mía, sino mas bien como una carta construida en el ir y venir del encuentro haciéndote saber que renuncio a mi tutela y me acepto tuyo. Tuyo incluso aunque tu no estés para tomar posesión.

…Y estallo, como una explosión de lava ardiente que grita tu nombre, que sale a buscarte y se desvanece cuando, al despertar, se da cuenta que sigues sin llegar al mundo real. Y es un poco lava, pero también un poco lágrima.

Entonces, cuando la efervescencia pasa y la calma llega, te recoges de nuevo, me cedes de regreso el control de mi cuerpo, me acaricias con tus pasos mientras regresas y te instalas de vuelta en el centro del alma. En ese lugar donde te encapsulas y me acompañas cada segundo.

Finalmente, cuando todo es silencio y sosiego y la respiración vuelve a su ritmo sereno, te quedas dormida mientras te acaricio, te beso suavecito, te susurro que te Amo y sigo soñando que algún día seremos algo más que este imposible.

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