CARTA A INÉS

CARTA A INÉS

Hoy, aunque no estés entre nosotros, es tu cumpleaños. Por eso, quienes no te olvidamos, te mandamos millones de besos, deseando que allá donde estés, todos nos veamos.

Tu espíritu sigue entre nosotros, estás en los girasoles, estás entre las cañadas.

Cuando te recuerdo, veo esa dulce y alegre mirada. Esa mueca que hacen tus ojos, esos rayos de luz de dulzura almibarada.

Eras como un mirlo blanco, destacabas entre las demás, lo armonizabas todo, cual el más hermoso canto.

Tu suave voz y tus tiernas palabras, tu delicadeza y tu fidelidad, toda tú eras un encanto.

Siempre fuiste la misma conmigo, tanto cuando estuve en las nubes, como cuando bajé a la tierra, a una calle cualquiera empedrada. Gracias por tu amistad, por ser esa chica callada que con solo tenerte cerca, hacías brillar mi mirada.

Tú, la chica ibicenca, por tus blancas y vaporosas telas. Tú, tu mágica sonrisa y tu corazón alegre, que con su mirada vuela.

Quiénes te conocimos, fuimos tocados por tu varita. Quienes te queremos, aún seguimos viendo esa tu linda carita.

Envidia sana tenemos, de quienes hoy te puedan disfrutar. Que vayan dejando hueco, algún día a tu lado podremos estar.

El día que marchaste, dejaste un tremendo cráter en la Tierra. Ni con toda la arena del desierto, ese cráter se cierra.

¡Feliz cumpleaños mi niña bonita! Donde estás, el tiempo no existe, ni existe la prisa.

Hoy, mirando al cielo, diviso tu brillo. Hoy, junto a la playa, me acaricia tu brisa.

Felicidades de parte de todos tus amigos.

Te seguimos queriendo, eso también te digo.

Angel Márquez Díaz