Juan se lo daba todo. Seguridad, una familia, paz, y hasta un alto nivel social.
Ella caminó orgullosa de su mano, bajo la luz.
Gonzalo se lo daba todo, amor, complicidad, sueños y sobre todo pasión.
Ella caminó enamorada de su mano, bajo la oscuridad.
Todos en Ávila murmuraban, algunos juraban saberlo, otros sospechaban y la mayoría lo negaba.
Ella, hasta hoy no quiso soltar ninguna de las dos manos.
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Micro relato seleccionado en Avila para ser parte de antologia literaria
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