Luna nueva.

Luna nueva.

Miguel R.

29/11/2019

Desde que has decidido

no marcharte,
ya no escribo.
Desde que apareciste
aquella noche,
sé que vivo.

Cuando asumió mi alma
que todo
estaba perdido.
Aparece la tuya
para enseñarle
el camino.

Aparecen tus manos
cuando en
el precipicio,
me faltaban brazos
para caer
en el olvido.

Se apareció la Luna,
una preciosa
luna nueva,
para salvar
al marinero
de fuertes mareas.

Se asomó tu rostro,
como afilado cuchillo,
para atravesar mi piel
bajo la música de un grillo.

Te bastó
una noche
y siete días,
para cambiar
mi poesía,
dejando atrás
el llanto que gemía.

No necesitas más
que tu
inocencia,
para despertar
conciencias,
para calentar
camas y sopas frías.

No te hizo falta más que ojos pequeños,
para aparecer en sueños,
y arrodillar
un corazón sin dueño.

Por volver no escribo tanto.
Porque estoy imaginando.
Porque ya no duele el pecho.
Porque ahora sé que siempre vuelves.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS