Te he visto de nuevo, estabas tan radiantes y tan hermosa como siempre.
He querido abrazarte y sentir de nuevo el calor que tu cuerpo daba al mio, ¡y sentir nuevamente el amor y la dulzura de tu alma!, pero… el duro golpe de los rayos de sol entrando en mi ventana y el ruido que hace mi despertador han hecho que despierte.
Sabes:
Sin ti la realidad es tormentosa, la noche un infierno y los recuerdos espinas clavadas en mi alma, probablemente lo mejor sea olvidar y seguir, pero; no quiero decir adiós, ni a ti ni a tu recuerdo.
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