Quiero ser de tus dedos, de las huellas de tus dedos y de la palma de tu mano.
Quiero pertenecerle al otoño, llegar hasta la punta de tu falda y colarme como una hoja seca en medio de tu libro favorito.

Quiero ser la pestaña que de pronto se desprende para convertirme en tu deseo.
Quiero escaparme contigo, construirte un castillo en Urano y que sea la envidia en Neptuno.

Quiero, quiero, quiero…

Quiero enseñarte lo que hay del otro lado del amor, en el espacio donde tú y yo, cabemos a la perfección.

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