El Taller de escritura …mi Libertad

El Taller de escritura …mi Libertad

Colibri

05/11/2019

Mi contacto con el mundo fue a través de la lectura, mi forma de distraer el pánico hacia el mundo exterior.

Inevitablemente, mi yo interior se dedicó a escribir, quizás como un acto de rebeldía frente a ese claustro que mi mente me había impuesto.

Si mi cuerpo no podía ser libre ¿por qué no mis pensamientos y con ellos mi esencia?

Y así llegó el día en que conocí el rostro amable de un profesor, un grupo dispar en edad y en conocimientos sobre el arte de escribir, donde desde el vamos, se comentaba sobre “géneros de escritura”, gramática, sintaxis, etc., confieso que por elementales normas de educación e inasequible al desaliento, permanecí hasta el final pero me hizo cuestionar ¿yo no “escribo” sólo es mi forma de saber que estoy viva?

Para mi sorpresa regresé y sabía que habría lecturas y críticas. No quise vestirme con mi ya oxidada armadura. ¡Pesaba tanto!

Había pasado años soportando opiniones, críticas y consejos relativos a mi agorafobia, mi prisión particular, que a fuerza de tristeza e incomprensión me convirtió en mi peor y despiadada crítica, así que me dije ¿qué le hace una mancha más al tigre?

Fue un punto de inflexión esa batalla que días antes libró mi ya furioso “yo interior”, atiborrado de terapias y químicos con el freudiano inconsciente, ese sí, que es tonto y no diferencia realidad de fantasía…no puedo recordar las palabras que utilizó para que socorriera, indulgente y hasta con cierto entusiasmo a mi prisionera, temerosa y excesivamente débil y pálida osamenta.

Sin técnica, sin estilo, con un block y lapicera, recuperé mi vida a través de unas hojas que ¡sí! querían participar del mundo y se negaban a estar en blanco. Ellas deseaban, socializar, charlas de café, viajar, opinar, reclamar, criticar, amar y hasta ser militantes políticas, ávidas de libertad! ¡qué locura! No tenían que justificarse ni disimular.

Descubrí que la palabra potenciar tenía mucha personalidad, aún quiero ser su amiga, es un tanto esquiva, a pesar de ello tuvo la fuerza y nobleza para obsequiarle alas de tinta a mis hojas y a mí, a mí, hacerme caminar.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS