Porque mi vida se bifurca y ya no siento el mundo bajo mis pies.

Ya no encuentro mi rostro reflejado en el espejo,

tan solo una silueta que se desdibuja a pasos agigantados.

Mis anhelos giran de un lado a otro mecidos por vientos de cambio

y no consigo que las cuerdas que mantienen mi cordura,

me mantengan centrada en mi camino.

Sueños complejos anidan en mis noches de desvelos,

quizás augurios de malos presagios.

Tal vez son las ánimas que me guían, a un destino correcto para mí.

Sólo deseo que pase pronto esta tormenta y se calmen las aguas de mi mente y corazón.

Y que mi Alma deje de desdoblarse para volver a ser una sola.

Romina Rijo Rodriguez

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Lanzarote, Islas Canarias

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