​NUNCA VAS A VER SI NO SOS CAPAZ DE SIQUIERA MIRAR.

NUNCA VAS A VER SI NO SOS CAPAZ DE SIQUIERA MIRAR.

No sé cual es mi misión,pero me la pregunto con una sonrisa en mi rostro.

No sé donde tenía las patas, ya ni siento mi cabeza, tengo el cuerpo roído por los recuerdos, a la vez estoy abrumada de tantos razonamientos. En mi memoria, a veces las cosas se encontraban a mi izquierda y otras veces a mi derecha.Mejor me detengo, acá hay algo más en el medio… Examine sigilosa levantando una ceja. Podía ver todo, a la vez observaba cada cosa. Convivo con la rabia, es efímero el sentimiento, suelo sentir también que intrínseco es el desgarro, los días a veces también son de mierda. Mire hacia el suelo, y caminando me asome hacia la ventana, podía discernir como desde mi patio, hacia la vereda todos los caminos que estaban alrededor, tierra, pequeñas piedras y el sol encandilaban las miradas de los transeúntes. Dije, pues así lo sentí, mi cuerpo ya no está refugiado, mi mente se despeja, me da gusto recuperarme por completo.

Bueno, no voy a andar más con rodeos…

Fue ahí que mire hacia un costado, ese árbol llamaba mucho mi atención, entonces me acerque, detrás estaba él.

Y nos encontramos siendo nosotros mismos, habia pájaros haciendo sus cantos cotidianos, muchas veces sin poder complacer a todo el mundo, sin que se entregué el alma y la esencia del ser, dicen que querer es poder, y siempre se podrá porque existe una motivación grande, que es el amor.De repente, una exhalación fuerte y ruidosa salió desde lo más profundo de su ser.Trate de recordar como actuar, pero no lo lograba, el viento ceso, la luz del día volvía a su normalidad. La paz aumento cuando me acerque a su lado, me pareció que al verme se balanceo sobre su propio cuerpo, ya estaba cerca de caerse cuando me miro al rostro, espero que no pierdas tu encanto natural y tu sonrisa esa que provoca que me den ganas de abrazar y acariciar.

Creo que pensó que quizás la vida le estaba siendo generosa por permitirle aunque sea, que yo lo vea una vez más antes de partir de este mundo.

Le dije, no te voy a soltar nunca, veo tu intención, pero no has podido fehacientemente resolver nuestro caso, de hecho no lo harás, que la incertidumbre te dure toda la eternidad. ¿Te acuerdas?, me debes unas sonrisas, un beso con esos labios codiciosos, apoyando aquellas mejillas que solían pinchar, y te lo estaré restregando en la cara toda la vida.

Y es que hay tanto que duele en esta vida, tantos tipos de dolor por experimentar y ya experimentados que no solemos saber a donde ir o donde refugiarnos.

Volví a entrar en mi casa, sola, retomando para poder volver a acercarme a la ventana, me quede inmóvil, ahí, él sigue ahí, con su mirada encandilada, mi cuerpo se encontraba en la cocina y las demás partes en la sala, mi mente sigue divagando y escribo porque necesito un respiro antes de poder seguir adelante, me sentare un rato, intentare ver las cosas de manera calmada, puse los pies al agua, la duda se apoderaba de mi mente también de mi cuerpo, me emocione, alce la mirada y vi con claridad, me afligía la pena de su ausencia.

Sentía una desesperación por empujarlo, tengo que tener disciplina mejor te dejo ir.

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