UNA DE ROMANOS

UNA DE ROMANOS

Anmardi

15/10/2019

UNA DE ROMANOS

Esta es la historia de tres hermanos, Marco Antonio, Ticiano y Trajano. Tan simple, como que sus padres eran amantes de las películas de romanos.
Marco Antonio, el primogénito. De carácter fuerte, y a la vez, de tiernos sentimientos, heredados de su padre, eran congénitos.
Ticiano, su única hermosura estaba en su físico. Ruín, envidioso y con sus sentimientos tan menguados como la salud de un tísico.
Trajano, de los vástagos, el último. Ya al nacer, se mostró perezoso. De movimientos lentos, más que humano, parecía un oso. Corpulento, mejor que esperarle, era salir a su encuentro.
Sus padres no escatimaron en esfuerzos para poder formar a sus hijos, todo les parecía poco y trabajaban de sol a sol, sin el mínimo capricho para ellos tampoco.
El esfuerzo mereció la pena, al cabo de los años, los tres hermanos, con sus expedientes académicos limpios, como la patena.
Orgullosos, y ya mayores, ambos padres envejecieron felices, viendo conseguidos sus sueños, sus tres hijos, echaron raices.
Marco Antonio, llevaba años ejerciendo de arquitecto, importantes edificios, a cada cual, más perfecto.
Ticiano, licenciado en derecho, un despacho de abogados como tapadera. El narcotráfico, la realidad verdadera.
Trajano, aunque a duras penas la carrera de historia terminó, un salón de masajes con final feliz es lo que abrió. Su principal cliente, él mismo, todo el día de la sauna a la mesa y entregado al alcoholismo.

Angel Márquez Díaz

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