— yo me parto, porque… según moda… antes todos iban haciendo trávelling con el móvil (osea, el móvil en la cara y tú andando), acabó la moda y ahora van “todostodas” hablándole a la pantalla (¡?). ¿haciendo ver que están en videoconferencia? naa! no puede ser eso, tiene que ser algo peor seguro.
——
tienes que entrar al fondo en las cosas
o nunca conocerás su naturaleza
en tí mismo no entres a fondo
porque igual te encuentras
… con la tuya Naturaleza
——
son cosas que no se escriben,
el esfuerzo con que se vive la vida,
las picaduras de los mosquitos
o las palabras hirientes,
tampoco se escribe
reconocer que no odias
a veces reprimimos un grito
el asco, la nausea, la nada
y no puedes siquiera entender
porqué tú (¿,?) eres.
—
entenderse con tu prima la muerte
entender porqué el ser debe ser egoísta
o que todo es injusto
o entender porqué todo es una mierda
elegir otro mundo y pagar el precio
un inframundo bajando al infierno
cuando lo entiendes todo, nada tiene sentido
nada es amable y todo es prohibido
acaso escribir las cosas lo tenga, no se sabe
por ejemplo yo creo que he amado„ no estoy seguro
porque el ruido que me acosa no me deja sentirlo
hay cosas que no se escriben, sí, que no se escriben
como que me muero sin haberla vivido
y que las heridas casi siempre me lo han impedido
y esas son cosas que no se escriben, ni a mí mismo
cuando no sigo el camino,
cuando el viento gasta las rocas,
vivas, escribo.
——
refranero actualizado:
“el que no sabe… ya se sabe”.
——
“Él, entonces, sentía una soledad tan tremenda,
que si hubiera llegado el diablo a tomar el té, le hubiera sacado unas pastas”.
——
decíame el abuelo, el mío:
“eso se averigua averiguando”.
(¡era curioso el niño, osea yo).
——
“no necesito quien crea en mí
necesito quien crea en lo que hago”.
[lema de la comunidad de poceros del subsuelo profundo de madrid].
——
“perdona, trasto mío, hoy estoy analógico”,
——
“la culpa, no ayuda como el dolor”.
[Marqués de Sade quizás, o Marqués de Serafín, dudas entre los expertos-y las?*].
——
“no confundir soportar el dolor con pudrirse de dolor”.
——
la frase más infame: “quien no anhela lo imposible, no merece estar vivo en este mundo”.
——
decía el poeta: “si no me ven, es más difícil que me den”.
——
las palabras no dan para nada, por mucho que las estiras.
——
“plantéate hacer más de lo que puedes, para luego hacer menos de lo que puedes”.
——
Yo pertenezco a una Sociedad Secreta, tan secreta, que llevo años buscándola afanosamente.
——
“tengo que”
desenvenenar mi cuerpo
tañir el libro de las palabras
sabiduría, corazones acompañados
quien bien te quiere te hará reír
dulces de jabón; la Casa del Árbol
casi todo lo malo viene de ti
familias familiares
la importancia de alguien
compartiendo los peores vicios
invasiones de mosquitos en la oreja de una mosca
la separación de los sentidos
vivo sin vivir en tí ; plátanos de plástico
la Evolución de las Especias
¿quien conoce su cuerpo?
materia gris en los tobillos ¡gran descubrimiento!
prometo no reírme de mis crueldades
el submarino amarillo
algo que piense o que sienta, o no
me estoy matando y realmente no me gusta
pentagrama de huevo hilado.
————
en el vagón de la línea de metro
pocos vecinos y el portero
tu bar preferido
los vendedores de nicotina
los comunes a ti
también los desconocidos
y las mujeres a las que miras
¿quien son los otros?
personas con las que coincides
y nunca conoces
conversaciones
tan fatuas como inútiles
palabras que se comen a otras palabras
también frases hechas
¿te conocen por tus frases?
conocidos de siempre
la egoísta, introvertida y generosa
el filósofo, ortodoxo en lo religioso
el niño con cuerpo de hombre, oprimido
el poeta aficionado que presume de sus ligues
la extravagante, con un furioso poder en la mirada
el abuelo con don de gentes que vive solo
la profesora, ejemplo de inteligencia y desgracias
el amigo perdido, el genio, el superdotado
la mujer amable de pelo oscuro aterrada
la chica menuda sonriente complaciente humorista
el gran amor, la gran fuente, ella
y El Enemigo
el atleta violento pero entrañable
la rebelde la sexual la activista
el camarero joven y emigrante
el vendedor borrachín de corazón achispado
la afable espigada de largos pasos
el pintor humilde de la exposición de materias
la chica que se compró una zapatería
la mística la ocultista la laboriosa
y también
el hombre que sabía de música y de cine
el “pillo” infantiloide y recalcitrante
la poetisa de los amores descontrolados
el bonachón que te sonríe con la mirada
la chica que combate contra sus pechos
esos son algunos de los otros
gente de calle y gente con la que naciste
a la que alguna vez
has exigido has mentido has engañado has abrazado
y ellos y ellas a ti
me pregunto ¿no seré yo gente?
o ¿no seré yo igual que un desconocido?
los otros y las otras, sin ellos
todo sería yermo y triste.
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