JOSE (EL CABRERO)
Joselito el pastor, así le conocimos, aunque luego resultó ser un manitas y con corazón de gladiador.
Casi nos batimos en duelo por culpa de un calentón, casi llega nuestra sangre a la playa, aunque por suerte, solo en casi se quedó.
Cabezones como osos, sin querer dar marcha atrás, pero con corazones hermosos, de lo mejorcito del lugar.
El rectificar a tiempo, no sé si de sabios será, pero cuando ves una mirada limpia, sería de tontos no dar ese paso atrás.
Un abrazo lo cura todo, cuando el sentimiento es real, unas miradas sanas, frente a frente y sin resentimiento detrás.
¡Quien te iba a decir que en Liencres encontrarías el amor! ¡Que contento me tienes, pues en invierno tendrás calor!
Sigue con tus pulseras y viviendo en libertad, vive tu dulce momento, apura cada cucharada de miel, y nunca pierdas tu honestidad.
Deseo que cuando sueñes, te veas en los brazos de tu amor, que cuando despiertes, sigas junto a tu dulce flor.
Vive el hoy, disfruta el presente. No te amargues la actualidad con un futuro incierto, y muchas veces inexistente.
Angel Márquez Díaz
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