Echar de menos es bueno, pero llega un momento en el que echas tanto, pero tanto tanto, de menos que no puedes más y explotas. Hay algo dentro de ti que te dice: ‘Para, que no puedes mas’ y es entonces cuando te das cuenta de todo, de que todo ha cambiado. Aprender a vivir con un vacío interno no resulta fácil, siendo sinceros cubrir a esa persona con otra no es lo mismo y nunca lo será. Y es que es verdad, desde ese momento en el que tienes ese presentimiento de que vas a perder a alguien ya nada volverá a ser lo mismo.

Llevo un año buscando una explicación al porqué mi mejor amigo quiso desaparecer de mi vida y formar otra. Aquel mejor amigo que era mi hermano, mi hermano de sangre, crecí literalmente con él, lo cuidé y me cuidó. No me voy a mentir y no voy a decir que no le quiero aún, porque eso sería mentirme a mi y a todo el mundo, y es que le quiero, le quiero como una hermana quiere a su hermano y es que, lo quiero aquí, conmigo como antes.

Quizá esto me sirva y me ayude a olvidarlo más y es que aunque esté escribiendo esto con los ojos aguados, nunca antes había sentido tanto dolor como este. Solo me queda decir que espero que todo le vaya bien y que todos los proyectos que tenía los cumpla.

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