Un malentendido lo tiene cualquiera, pero lo que no es tolerable es que este sea por una infidelidad. No sigas con las excusas baratas, todo queda muy claro y más esto que viene de tu parte.

Si en verdad lo nuestro iba más allá, contéstame las siguientes preguntas que tengo para ti:

¿Por qué fingías reírte con total espontaneidad?, mientras otra persona ya existía para ti.

Además, ¿Por qué te extendías al hablar en nuestras conversaciones?, sí en verdad ya había un tercero con el que te desvelabas.

Si en verdad te importaba… ¿Por qué demostrabas preocupación en las noches en que yo me ausentaba?, cuando en realidad tu interés estaba en alguien opuesto a mí.

Otra cosa,¿Por qué aceptaste todas aquellas visitas de mi parte?, si tu corazón en realidad ya habitaba en un nuevo lugar.

Aún no olvido la peculiaridad de tu mirada, ¿Por qué siempre la tenías fija hacia el vacío?, como cuando guardas un secreto y no sabes por dónde empezar.

Dime,¿Por qué permitiste que esa ilusión creciera cada día?, si en realidad ya tenías a otro hombre a quien amar.

Y sobre todo: ¿Por qué nadie me dijo que las cosas en el amor dependen es de los “DOS”? Ahora dime a este corazón en pedazos… ¿Quién lo cose?

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