¿Y si estás dormida?

¿Y si estás dormida?, ¿Y si estoy dormido? En un sueño largo y reparador, de esos que parecen eternos.

Y me voy despertando poco a poco, porque tu cabello me hace cosquillas en el rostro y mientras voy recuperando la conciencia comienzo a sentir tu fragancia. Y me descubro con la cabeza recostada en tu espalda, con mi mano debajo de tu pijama acariciando tu seno casi inconscientemente. Tu piel suavecita y muy tibia, tu pezón que se despierta en la caricia…

Y te estiras, ronroneas como un gato mientras poquito a poco abres los ojos. Volteas y me sonríes, y a partir de tu sonrisa sale el sol dentro de mi.

Me regalas un beso aún adormecido, te regalo el recorrido de mi mano que resbala por tu espalda y se zambulle dentro de tu pantalón… Y nos reímos, picaros, porque sabemos que tu piel es mi desayuno y mi piel el tuyo.

Y entre sonrisas, hablando bajito, nos contamos que soñamos que tu estabas allá y yo aquí. Que éramos otros, que había otra casa y otras personas. Pero que incluso allí, en ese sueño, tu y yo nos amábamos…

¿Y si estás dormida y yo estoy dormido? Esperando a que el sol suba por la ventana para regalarnos la sorpresa de lo cotidiano.