Llegó la hora, cariño. Decido dejar esto, no estuvo tan mal… De hecho, jamás había sido tan persistente con algo… Nunca me había propuesto durar tanto como lo hice con esto. Me siento tranquila, porque quizá no soy suficiente pero di todo lo que tenía por dar.

Sé que quedé como una ridícula en esas serenatas que te di ante muchos, quedé como una extraña con las personas que frecuentas, desafinada y mal vista, porque no soy como ellos. Aún me pregunto porqué te fijaste en mí. Pero ha llegado la hora en la que decido no pasar más penas ni humillaciones, vales mucho más que mi vida, me has enseñado lo que me ha hecho ser así de fuerte y me diste las ganas que no tenía por seguir viva.

¿Cariño, y si vienes conmigo? El camino es algo complejo, hay personas como yo, con vacíos. Ellos no fingen , ellos cantan aún con el alma destrozada y tratan de buscar lo que tú me haces sentir. Sé que los has visto, andamos por la ciudad tomando fotos, dispersando nuestra vida en arte a kilómetros de sueños, divagamos una y otra vez en ti y le cantamos a las sensaciones que creaste. No tengo mucho ahora por darte, porque esa gran parte de mí se quedará congelada por un tiempo, pero nunca dudes que las melodías que salen de mi voz serán siempre para ti y que siempre serás mi musa, de quien siempre hablarán mis letras…

¿Entonces, te animas? Quédate conmigo, hazme compañía… No dejes que este nuevo camino nos separe… Quédate, vivamos esto juntos.

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