La despedida

La despedida

pame

05/09/2019

He de partir un día, quizás no lejano, sin deudas, ni monetarias ni morales a cuestas

He de estrechar las manos enemigas y tener paz conmigo mismo, la que más se anhela

He de mirar los ojos y los labios de los que amamos, para fijarlos en la memoria perpetua,

La vida es tan corta, tan artera, el tiempo tan imparable, invencible volátil e inviolable,

Que hoy que me detengo a para patear los montones de hojas multicolores en otoño,

Para plantar y cultivar en mi jardín flores de aromas y colores imposibles en primavera,

Degustar goloso los zumos de los frutos más extraños, sabroso y brillantes en verano,

Detengo mis tiempos, para observar las nubes y ver el vuelo errático de los pájaros,

Ralentizo mis pasos, para sentarme en una banca bajo los pinos y disfrutar oliéndolos,

Me paro en los parques para oír las risas estridentes y diáfanas, de los alegres niños,

Corro detrás de mi nieto en el pasto a pie pelado, la humedad en el frescor de la tarde,

Una a una voy tirando piedras planas al río, desafiando la superficie, rasguñándola despacio,

He aprovechado cada bocado del chocolate más exquisito, chupeteándome los dedos,

Quizás el miedo a perderlo todo que me abruma y me aguijonea el alma, me incentive,

Por placer dejo que el agua tibia me recorra largo rato en la ducha, sin pensar en la cuenta,

Conduzco en caminos eriazos para perderme y obligarme a encontrar el camino correcto,

De joven, nunca estuve pendiente de nada de esto, la vida pasó a mi lado sin apenas verla,

Ahora llevo nueces y almendras en los bolsillos y voy rumiándolas mientras camino sereno,

Salgo de noche a mirar la luna llena y sentir la brisa, cerrar los ojos de espaldas en la tierra,

Me fijo en las reseñas de los libros y leo ansioso viejos y gastados poemas, hasta aprenderlos,

Me tiendo al sol en una hamaca dejando al dios Ra penetrarme y llenarme de calor los huesos

He aprovechado de abraza y concentir a los pocos amigos que me quedan con cariño, ternura sinceros,dejandoles notas sueltas

No cierro la llave goteando incesante, que me despierta de noche, invento melodías con ella,

hoy me paseo entre las tumbas, buscando las más añosas poniendo flores a personajes inciertos,

Preparo mi partida cada día, me despido a cada hora voy regocijándome y aprovechando aquello,

Cada hora doy de comer a un perro callejero y empujo un coche en pane, solo por ayudar creo,

Y en ese transitar despidiéndome, es que he logrado por fin vivir a concho, sentir como nunca,

la llegada de la parca, ha dejado de ser una preocupación o de provocarme algún miedo ,

Es que decidí que no perdería ni un segundo, voy a besar y amar cuando tenga ganas de hacerlo, cuando las ganas vengan

aplaudiré a los artistas callejeros después de oír su arte, un buen rato concentrado y en serio,

Comprare membrillos y los machacare en los muros de las casas, mordiéndolos con ganas luego,

Colgare aquel cuadro que a nadie le gusta, pero que no sé porque algo me provocaba en lo interno

Voy a deshacerme de las chaquetas guardadas y sacare del closet recuerdos oxidados y viejos

Voy a tomar leche al pie de la vaca, beberme un tinto en las madrugadas, cucharear manjar casero,

En esta etapa del camino, cuando los logros se transforman en tv cable y e intricados teléfonos,

He sacado la televisión, cambiándola por una radio vieja, para escucharla chicharrear,

Intentando en vano sintonizarla, sin que aquello altere en lo más mínimo mi sosiego,

He probado cigarrillos y puros, he abierto puertas selladas y las he dejado así, sin peros,

Si mañana no despierto, díganle a la vida que pagué mis deudas, y que nada por hacer queda,

Aun cuando no se cumplieron todos mis sueños, a pesar de que ella se fuera, temprano,

Y cruzara aquella puerta tétrica, sin despedirse, con ingratitud y dejando desconsuelo,

Dejo de adrede, que las rosas me hieran, que brille mi roja sangre para obtenerlas,

Y dejo la miel en mi boca hasta se desvanezca, y chupo fuerte el jugo de un limón hasta que me estremezca,

he aprendido a oír las campanas de la iglesia, y a sacar la mano por la ventanilla, aunque llueva

a gritar dentro de una cueva, y a mojarme los pies en un lago donde los cisnes pasean,

a comprar dulces de anís y repartirlos a las viejas, y cantar alto, aunque no debiera,

He perdido el temor disfrutando la espera, como si ella se burlarse y no me eligiera,

como si al desafiarla no me quisiera, pero yo la conozco bien, es traicionera,

por eso nunca bajo la guardia, por eso consumo el último segundo sin tregua,

voy pacientemente enamorándola, rodeándola sin que me agobie la espera,

ya he saldado mis cuentas, no le debo ni al cartero,ni un pasivo me queda,

Tengo dos pares de zapatos,he dejado los demás en la entrada de la puerta,por si alguien los quisiera.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS