Recuerdo el día en el que decidiste acabar con su vida,

Recuerdo su dolor como si fuera el mío,

Recuerdo la fuerza de sus brazos aferrándose a los míos,

Y el incesante llanto de su agonía.

Recuerdo sus dulces caricias después de cada golpe,

Recuerdo sin querer recordar que el fuego de los años no

Era mas que el infierno en el que quemaste su sonrisa.

Recuerdo el frío sabor de nombre en el tiempo,

Mientras ella congelaba su respiración frente a mis ojos.

Ahora yo solo recuerdo el día en el que decidiste acabar con mi vida,

Porque a veces recordar es morir un poco.

A.J

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