Su rostro ya casi he borrado,

Mis manos ajenas a su cuerpo

Nunca la han abandonado.

Fui esclava de su pasado,

Ella la reina de mi soledad,

Sumisa frente a su llanto desenfrenado

Escondía mi corazón.

El recuerdo de sus palabras

Agudizaba sin piedad mi dolor,

Y su mirada triste entorpecía

Cada color.

Su rostro ya casi he borrado,

Porque de su ausencia me he liberado.

A.J

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