Y tu que mundo quieres dejar a tus pequeños conocer.

Un nuevo día comienza, agradecida por tantas y tantas oportunidades y experiencias vividas…

Días nublados y otro resplandecientes, pero ahora mas consciente de cada amanecer.

Mis ojos brillan al besar la mejilla de mi hija en su despertar.

Un día mas, lleno de pensamientos, memorias, y sentimientos por trabajar, emociones revoloteando por doquier, esperando en su acecho para aparecer.

Ya no le temo a los cambios, ni a las noticias inesperadas, vivo la vida de un día, sin prisas falsas e ilusiones desesperadas.

Se que me falta mucho camino por recorrer en esta introspección de reconocer, pero cada día doy un paso mas, a ese estado de paz mental.

Soy humana y hay que reconocer que mil caídas puedo tener, entre el cielo y la tierra, entre mi alma y mi ser; pero lo importante de esto es que seguiré andando a cada paso sin detener estas ganas inmensas de conectar con mi ser.

Por que es lo que me a cambiado la vida en un santiamén, sin ataduras ni miedos que me hagan retroceder, abrazo mis defectos y los dejo aprender, cada día soy la misma mujer… aunque mas despierta entre este mundo que muchos ven como cruel, al caer mi venda de los ojos pude comprender…

Que cada quien crea su mundo, tal y como lo quiere ver.

Ahora veo las maravillas de muchas cosas que antes no podía ver, y me mantengo en la energía de lo que quiero dejar en el, menos perfecta mas humanizada, desde el amor estoy con el, porque es el mundo que quiero que mi pequeña hija llegue a conocer.