Llora al despertar.

No es costumbre en mí eso de dormir por las tardes pero en esta ocasión a penas lo noté cuando desperté súbitamente y en mis ojos lágrimas sin explicación alguna, entonces empecé a recordar y escribir lo que soñé…

Un niño estaba en su cuarto de hospital, su familia descansaba en el corredor. El niño era humillado por todos, maltratado por los de su escuela, ignorado por la niña que tenía su atención, debido a una extraña enfermedad que alteraba la forma de su rostro y además debilitaba sus músculos impidiéndole realizar actividades que requieran mucho esfuerzo. Afuera se escuchaban los despresios de un jovencito, el niño está muy débil, agotado ya su espíritu, pero saca fuerzas de la nada cuando un extraño líquido va entrando a su torrente, se levanta arrancándose los cables que lo conectaban a cada aparato, se tira de la cama con gran ira, y afuera continúan los insultos. El niño ya está cansado del bullying, está cansado de temer, airado sale de la habitación, afuera sólo encuentra a su hermano mayor, Maicol, y el corazón le carcome un segundo pero como en un destello recuerda los insultos y se lanza sobre su hermano que asombrado y con los párpados empapados dice «perdóname Jimmy, no te pude proteger, se ha escapado nuevamente», al fondo ve otro niño, mayor que su hermano mayor al que suelta y deja tirado para correr tras aquel que al fondo se le veía con risa burlosa y algún improperio que tacha de monstruo al pobre Jimmy. Jimmy corre y a la vuelta del pasillo se topa con sus padres que lo animan diciéndo «vámos hijo, puedes hacerlo, eres fuerte, sé valiente», el niño recibe nueva fuerza y continúa corriendo, atravesando todo el hospital, saltando una que otra camilla, está maravillado, es sorprendente lo que ahora puede hacer; su objetivo se aleja pero los insultos no cesan, Jimmy nota la presencia de Martita y pasa a su lado mientras corre como en cámara lente, ella lo ve y se asombra, él la mira de reojo mas la ignora y continúa su camino. Jimmy porfin alcanza al rufián que se tropieza y que ahora suda asustado, acorralado por el monstruo; Jimmy se calma un segundo al ver el rostro de aquel que le humillaba y le dice «te perdono», da la vuelta y sus padres y Maicol lo abrazan como si temieran perderlo, Jimmy mira que Martita está cerca mirando, se acerca y ella le dice que lamenta mucho si antes lo ha despreciado y espera que puedan ser buenos amigos.
La madre con el padre a su lado y su hijo mayor entre sus brazos, mira a Jimmy y se siente tan orgullosa que las lágrimas se confunden entre alegría y agonía cuando Maicol la escucha decir «ya tenemos que desconectarlo», Maicol reacciona desprendiéndose de sus brazos y le pregunta que a qué se refiere, que de qué está hablando, se siente confundido, empiezan a invadirlo ráfagas de recuerdos difusos, una pelea, un chico que agredía a su hermanito, él intervino, se juntó un pequeño grupo a apoyar al rufián de antes, golpean y golpean a Jimmy y a su hermano. Maicol corre hacia el cuarto donde antes estaba Jimmy, y al atravesar una luz, un fuerte resplandor, despierta en una cama de hospital y ve a sus padres llorando inconsolables la pérdida de Jimmy cuyo cuerpo reposaba en la cama de al lado.