Una pequeña y sombría grieta en su océano,
desprende consigo las inmensas ansiedades.
Y con su estirpe, que todo lo empequeñece,
cae al abismo más descomunal; llena en sí,
interminablemente, con los vicios más vicios.
Creando en sí, en su mayor recoveco,
la dependencia emocional, como así
también la independencia superficial.
Sosegado, en su medida, confundió la
felicidad por el placer; considerando
que la felicidad se mide por pequeños
instantes, cuando en verdad el placer,
se mide por pequeños instantes.
Así intrépido y consciente de sí mismo,
abandonó la ciudad para encontrarse consigo.
Sosegado por el impacto de la veracidad,
busca trascender y comprender el origen.
Ascender radicalmente hacia la dicha,
hacia la plenitud sublime y eternamente.
Cuán dichoso, entonces, podrá ser.
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