A la vera de la mar, contemplar una vez más.
A tu vera, a mi vera, a nuestra vera, juntos.
Mientras una fogata enciende las estrellas,
y la fresca brisa destapa algunas cervezas.
Unas cuantas canciones de Spinetta,
en la guitarra, mientras tú cantas.
Un cielo nocturno casi estrellado,
una blanca luna, blanca infinita.
El firmamento rozando nuestros cuerpos,
nosotros, mirándonos lentamente.
Y suena «Tu nombre sobre mi nombre»
y el universo entero regocija colosal,
y luego «Perdido en ti»…
Y me pierdo, me enredo en tus cabellos.
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